Viaje por NZ
Destino... Wellington
A las 9 estábamos de nuevo viajando, yo con una caña horrible, ahora con destino a Wellington. Los paisajes nuevamente la raja y nuevamente saqué varias fotos. Ahora el bus iba un poquito más lleno ya que el destino es la capital de NZ. En el bus (coach para los amigos) conocimos a un chico (Maorí) que me preguntaba por Playstation, XBOX y cosas así, igual estaba un poco en mi salsa y nos contaba también que jugaba Rugby y Voley. El pendejo, como toda la gente acá, medía como un millón de metros y un centímetro y mientras conversaba Cris con el chico, y como en la mitad del camino, se subió el weón más loco que me ha tocado ver acá (aparte del pastabasero que vimos en Auckland). Un viejo que hablaba solo todo el rato, yo no caché mucho ya que estaba escuchando música un puesto más adelante pero algo me di cuenta.
Friday, November 23, 2007
Como Cris se había hecho amigo del chico, que de ahora en adelante lo llamaremos Mao por Maorí, se pusieron atrás del viejo con otro cabro más, que llamaremos Segundo porque fue el segundo en weviar al viejo. Al parecer el viejo tenía problemas con su subconsciente porque estos tres weones le decían por atrás, y él no se daba vuelta, "Tengo hambre" y el viejo decía "Al parecer tengo hambre"... después le dijeron "Me voy a comer el kiwi que traje" y el viejo decía "Mejor me como el kiwi" y así todo el rato, "Cuando baje del bus me voy a comprar un café" y decía "Bajando el la próxima estación me voy a comprar un café y un kiwi", etc. Fue demasiado chistosa la weá.
Me compré un vaso de cerveza y cometí el error número 3 de mi viaje. (primero el bus del aeropuerto, segundo la curada con vodka), como la cerveza costaba $4 antes de las 10PM ahora tuve que pagar más, cuando le preguntaba al barman "what is the prize?" vi que costaba $5.50 y le dije "five" (cinco) y entonces el pobre weón entendió que quería 5 chelas y me dice, después de servírmelas, "son $22.50" y ahí quedé pa dentro. Primero no tenía $22.50, segundo, como me llevaba 5 chelas en la mano y tercero ya no me daba la guata para tomármelas, así que con mi mejor cara de extranjero aweonao le pedí perdón y le expliqué que el "five" era de las $5.50 entonces con cara de emputecido (pero no mucha) sacó los otro 4 vasos y siguió haciendo lo suyo (sirviendo copete y mirándome con cara de odio).
Ahhh... también me di cuenta de una cosa, las minas acá son super bonitas y todo pero cuando bailan parecen cualquier weá, es como ver bailar un mongolo hiperactivo, con una pata más corta que la otra, con problemas en el oído medio, rascándose las pulgas y con cara de estar cagando. Es lo más parecido que se me puede ocurrir... horrible.
Como a las 6:30 PM del viernes llegamos a Wellington y un local buena onda nos acompañó hasta el hostal que queda bastante lejos de la parada de buses. Nos registramos, dejamos las cosas en la pieza y nos fuimos derechito a tomar una chela, 4 dólares el medio litro. Buen negocio tomando en cuenta el precio del resto de los locales. Después de esto (3 chelas para ser exacto) fuimos a dar una vuelta por la ciudad y hasta ahora es la mejor ciudad en la que he estado en NZ, es super bonito el lugar, harta luz, harta gente y harto weveo y mucho, pero mucho viento, de hecho le dicen Windyngton (Wind = Viento).
De vuelta al hostal Cris se compró el clásico de la comida acá en NZ, Fish and Chips, pescado frito con papas fritas y nos fuimos a comer al hostal. Este gil se fue a acostar ya que le dolía demasiado la cabeza así que al sobre no ma. Yo ni tonto ni perezoso me fui de nuevo al bar, que por si acaso queda en el subterráneo del hostal y como el hostal es gigante el bar también lo es.
Después del "evento" de las cervezas me quedé mirando la tele que había en el bar. Estaban dando un partido de fútbol de equipos Neozelandeses y no podía creer que hubiese equipos de fútbol profesional más malos que los equipos chilenos. Me daban ganas de vomitar, reírme y llorar. No lo hice ya era físicamente imposible y además que después de las cervezas como que quedé en capacha porque todos me miraban moviendo la cabeza en señal de desaprobación.
Derrepente un gil que estaba al lado mío me llama, me toca el hombro y me empieza a conversar, era un Sueco que lo único no rubio que tenia el weón eran los dientes, es la peor ensalada de dientes que he visto pero si el weón no abría la boca estoy seguro que le pegaba mil patadas en la raja a Brad Pitt porque es demasiado rico el gil (eso sonó fleto). Me preguntaba por que me reía tanto y le dije que era por el partido, que no podían ser tan malos y me encontró la razón y empezamos a conversar sobre fútbol, esta claro.
En eso llega su polola, que era la versión de él pero en mujer, y mientras la saludaba (saludan los hombre y las mujeres con la mano, algo común acá pero raro para mi) como que notaba en ellos un poco de expectación y asombro al hablar conmigo al parecer estos weones me encuentran la raja porque tengo el pelo negro y no mido un millón de metros, así como una mascota. Después de un rato se fueron y me fui a dormir.