¿Debemos reconocer que enseñar es un negocio y |
que los estudiantes son nuestros clientes? Tsichritzis, 1999. |
En esta breve columna revisamos el concepto de universidad. La universidad tradicional se basa en tres pilares: la docencia, la investigación y la extensión (relación con la sociedad). Un problema ya antiguo, es la utilidad de la investigación básica, de las torres de cristal. Los nuevos tiempos exigen compromisos distintos entre la universidad y la sociedad (Denning). Más importante es el impacto de la globalización mundial, las nuevas tecnologías audiovisuales, la Web y bibliotecas digitales, labotarorios virtuales, etc. ¿Debemos aceptar que enseñar es un negocio y que los estudiantes son nuestros clientes? (Tsichritzis). Posiblemente lo segundo es cierto, pero me cuesta aceptar lo primero. Tsichritzis se basa en los problemas financieros y estructurales de la universidad. En todo el mundo los presupuestos de la universidad pública disminuyen progresivamente. Aunque de muchas formas las universidades son monopolios regionales, en el futuro malas universidades pueden tener problemas debido a educación a distancia desde otros países (o hasta educación directa, por ejemplo en Latinoamérica hay muchos MBA españoles). Ya muchos países de habla inglesa comienzan a notar la expansión de universidades estadounidenses o inglesas. Es tiempo de defender nuestros nichos de mercado y una forma es reusar el contenido que producen. Con respecto a la temática estructural, una universidad produce, programa y distribuye contenido, pero no tiene porque producir todo el contenido, programarlo o distribuirlo. Puede importar y exportar tanto contenido, como su programación y distribución, aprovechando las nuevas tecnologías ya mencionadas, y posiblemente especializandose en algunos contenidos.
Un modelo simple pero útil para el diseño de contenidos está basado en tres elementos y sus relaciones: personas, procesos y tecnología (ya mencionado hace más de un año en esta misma columna). También mostramos los mundos que unen estos elementos y que puede ser considerada como una visión dual: mercado, industria y universidad. Entendiendo mejor las interrelaciones entre estos elementos de acuerdo a la realidad actual, podemos rediseñar el concepto de universidad. Sin embargo, creo que si usamos un diseño netamente mercantilista perderemos la esencia misma de lo que la universidad es hoy en día: un espíritu libre.
Referencias:
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