La Tiranía del Rating

No me gusta que decidan por mi.

Tenía ganas de escribir una columna irónica, en parte producto de una gripe y de recientes sucesos en el ámbito de la ciencia y la tecnología que desaniman bastante. Por ejemplo, el proyecto nacional de bioinformática del cuál les hablaba hace dos meses ha sido postergado un tiempo. Sin embargo decidí autocensurarme parcialmente, para hablarles de rating, ese concepto televisivo que en cierto modo rige mucho de nuestras vidas. ¿Cuántas cosas hacemos sólo porque las hacen otros?. Esto incluye como vestimos, si usamos teléfono celular o no, de que hablamos, etc.

Medios de Comunicación

Estar a la moda al final significa saber el último chisme, los titulares, la telenovela de turno, sin profundidad de conocimiento en la mayoría de los temas. ¿Cómo se decide la moda? Bueno, en muchos casos la importamos, pues es de bien seguir a los países desarrollados aunque las modas no sean apropiadas a nuestra cultura o geografía. En otros casos la tecnología ayuda a decidir el rating a nosotros mismos, siendo la televisión con el people-meter el mejor esquema. En Santiago alrededor de 300 hogares tienen uno de estos aparatos y los canales de televisión puede seguir segundo a segundo la evolución de la televisión en ellos. Saber cuando contar un chiste o cuando poner los comerciales es algo que se puede hacer ahora de forma interactiva. La pregunta obvia es si una muestra de 300 hogares es suficiente estadísticamente. No lo sé, depende del número total de televidentes. Lo que sí es claro, es que las decisiones de las personas con un people-meter no son totalmente independientes del aparato, ya que todos saben que lo tienen. Más aún, bastaría que 15 personas se pusieran de acuerdo para subir o bajar el rating de un programa específico (o canal) en 5 puntos. Esto muestra la fragilidad de este tipo de medidas (similar a las encuestas políticas). En el cine es un poco mejor porque es la audiencia de público la que manda. El resultado es que vemos poco cine europeo pues en esos casos el rating es bajo (aunque la calidad sea mucho mejor).

La Web

El concepto de rating también afecta a la Web. El buscador Google basa su rating en los enlaces a un sitio (es decir, usa la opinión de webmasters y diseñadores de sitios y páginas), lo que discrimina a los sitios nuevos. Las estadísticas de acceso a sitios Web en muchos casos no son públicas y están basadas en el uso de servicios como doubleclick.com. Una excepción es España, donde un organismo oficial verifica el número de accesos a cada sitio. El número de accesos no depende sólo de la calidad del contenido, sino que también del tipo de servicios que presta un sitio o si es un punto de paso natural (como un proveedor de Internet). Existen otros servicios que se preocupen de hacer un rating de verdad por cada visita, como alexa.com. Todo esto tiene el peligro de generar una Web donde navegamos sólo por lugares que están de moda o porque mucha gente los visita. El rating nos convierte en ovejas, tratemos de ser nosotros mismos.


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