El computador es complejo. |
Donald Norman, 1998. |
¿Qué es un infodoméstico?, se preguntaran. Bueno, es mi traducción personal para information appliance, la propuesta concreta del libro El Computador Invisible (Donald A. Norman, The Invisible Computer, MIT Press, 1998). Un infodoméstico es como un electrodoméstico, pero el elemento principal no es un motor o un circuito electrónico, sino que un procesador, el cuál no es visible. Muchos electrodomésticos ya tienen procesadores, pero la función principal no es manejar información. Exploremos brevemente estas ideas.
Esto no es nada nuevo. Muchas personas tienen dificultad con usar un computador. Esa dificultad es real, pues algunas personas quieren sólo un procesador de palabras, otros sólo una planilla de cálculo, y sin embargo deben entender mucho más que eso. Es decir, el computador es mucho más de lo que queremos o necesitamos y por eso es difícil de usar. ¿Porqué no tener infodomésticos específicos para cada tarea? Norman compara esto con el uso de motores a principio de siglo. Uno compraba un motor para el hogar y luego compraba distintos artefactos a los que podía conectar el motor (por ejemplo, una máquina de coser). Esto ocurría debido a que los motores eran caros, lo mismo que pasa con los computadores hoy en día.
El futuro son los infodomésticos y ya existen algunos. Por ejemplo, una cámara digital. Sólo falta que imprimir fotos sea más fácil, que intercambiar fotos con otra persona sea tan simple como intercambiar programas en algunas agendas electrónicas, o que tenga mayor funcionalidad desde el punto de vista del usuario y no desde el punto de vista técnico. Es decir, hay que simplificar el computador. No creo que la respuesta sea poder hacer todo a través de un teléfono celular que ahora pueden tener un televisor y conexión a Internet. La idea no es integrar aparatos sino especializarlos.
Muchos de ustedes habrán leído acerca del experimento en Inglaterra donde una persona tuvo un tiempo un procesador dentro de su cuerpo. Lo importante era demostrar que se podía hacer desde el punto de vista biológico, pero la funcionalidad lograda también se puede obtener con el mismo procesador en un reloj (aunque esto no permite autentificar a sólo una persona). Piensen en las posibilidades: interactuar transparentemente con el medio físico cercano.
Cada uno de nosotros, dependiendo de lo que hacemos, imaginaremos distintos infodomésticos. Por ejemplo, yo imagino la infoescritora. Una pantalla plana, con un micrófono, un parlante y una impresora integrada, parecido en su conjunto a un maletín. Yo hablo y la infoescritora escribe. Para corregir o dar una orden, también hablo. Entiende varios idiomas, me corrige la ortografía y el estilo en varios idiomas. Por supuesto se puede conectar a Internet y puedo enviarle un documento a cualquier persona usando correo electrónico. También puede manejar mi correo si yo lo deseo y los documentos los recupero por contenido. Nunca más hay que recordar nombres de archivos (esa fue una decisión de implementación que en los años sesenta era difícil de ocultar pero que hoy en día no tiene sentido). También vía Internet puedo sincronizarla con mi computador y actualizar todos mis documentos.
Nota:
Les invito a leer algunas reflexiones sobre la computación. Algunas son obvias, otras son polémicas, pero no quedarán indiferentes y agradeceré sus comentarios. Están disponibles en http://www.dcc.uchile.cl/~rbaeza/manifest/manifest.html.
Si tiene preguntas o sugerencias, envíe e-mail a rbaeza@dcc.uchile.cl