- Son ideas degeneradas -mascullaba-. Ideas bolcheviques para
soliviantarme a los inquilinos. No se dan cuenta que esta pobre gente no
tiene cultura ni educación, no pueden asumir responsabilidades, son
niños.
-- Isabel Allende, La Casa de los Espíritus
La nueva economía o lo que sea que venga con Internet hacia el futuro, nos pone un nuevo desafío como país: debemos aprender a ser competitivos en tecnología e innovación, olvidando nuestro pasado de materias primas. Para ello, todo país desarrollado ha invertido grandes sumas de dinero en investigación. En Chile, estas cifras son ridículas. Lo peor es que no es solo un asunto de plata: triplicar la inversión en investigación (que es lo que se requiere para llegar a cifras razonables) puede causar mas problemas que los que arregla.
En realidad necesitamos crear una masa crítica de investigadores, con doctorados en universidades prestigiosas, con experiencia y excelencia. Esto no se puede hacer de un día para otro, por mucho dinero que dispongamos. Sin embargo, mientras antes enfrentemos este desafío, mucho mejor. Es ahí cuando surge el deseo de fomentar ciertas áreas más prioritarias frente a otras.
Prácticamente toda la investigación seria en Chile se hace en las universidades. Por historia, algunas áreas son más fuertes que otras. Debemos focalizar la investigación en esas áreas? Debemos elegir las áreas nuevas con más futuro y apostar solo a ellas?
Creo que sería bueno tener una política de investigación y desarrollo en Chile. Elegir criterios y áreas que le sirvan al país y fomentar la investigación aplicada, con financiamiento mixto estado/privado parece una buena idea. Sin embargo, también creo en la investigación sin sentido, en la locura de la innovación en sí. Debe dejarse un espacio para seguir financiando a los grupos buenos que desarrollan áreas sin ninguna aplicación concreta y ningún interesado privado. Es la única forma de descubrir cosas inesperadas que permiten aceptar desafíos impredecibles. En un mundo que cambia a velocidad Internet, es imposible pronosticar hoy qué requeriremos mañana.
Por dar un ejemplo simple, en los '80 decidimos que Chile no iba a competir en industrias electrónicas. Eso desarmó completamente a los grupos líderes en investigación en circuitos integrados y VLSI. Hoy empresas transnacionales evalúan instalar sus fábricas en Chile y su primera pregunta es: Qué capacidad de investigacion hay en el pais en VLSI? Pregunta inesperada con respuesta anunciada.
Creo que lo importante para Chile es apostar a la calidad. Debemos transformarnos en un lugar atractivo para los investigadores brillantes, de cualquier área. Captar alumnos de doctorado de primer nivel, con becas atractivas y condiciones de trabajo ideales. Mas que priorizar áreas yo propongo priorizar calidad. Solo es importante definir las nuevas áreas que queremos tener en Chile, y apoyar más esas iniciativas. Pero nunca olvidarnos de los locos, de los teóricos, de los volados: ellos pueden tener respuestas a preguntas que no imaginamos hoy. Esto no es un lujo, es una necesidad si queremos seguir siendo competitivos como país en el nuevo milenio.
El rol de las universidades en este nuevo mundo es generar las ideas y transferir prototipos para que se creen empresas basadas en el conocimiento. Los grupos de investigación tecnológicos universitarios seguimos siendo el referente ideal para validar, transferir y generar conocimiento. Somos el motor fundamental de la nueva economía.