A mi no me gusta Apple. No me gustan los BMW, no me gusta Dior y no me gusta el lujo inútil. En general, me gustan los artefactos prácticos, que hacen bien lo que tienen que hacer y no pierden esfuerzo aparentando. Me cargan los restaurantes sofisticados que pierden el tiempo en decoraciones y mozos serviles que igual traen la carne recocida. Por eso tengo mi 4x4 coreano, uso bluejeans y un Notebook Dell con Linux.
He resistido por años la embestida Apple con los ipods y con sus notebooks, porque considero que está lleno de alternativas mucho más baratas y mejores.
Y sin embargo, debo reconocer que Apple ha estado siempre presente a mi alrededor, provocando, generando alternativas novedosas y osadas, atreviéndose siempre a proponer innovaciones tecnológicas revolucionarias. Es cierto que las ventanas y el mouse no fueron invento de Apple, pero ahí las vi primero (¡y no me gustaron, claro!). Apple nunca logró consolidarse en el mercado de las agendas de mano (PDA), pero la primera agenda que vi era Apple (un Newton que hizo perder cerros de dinero a la empresa).
Creo que hay muy pocas personas en el mundo que se hayan atrevido a innovar toda su vida, permanentemente corriendo riesgos y yendo más allá que el resto. Steve Jobs es uno de esos pocos. Curiosamente, con el tiempo ha ido generando un grupo cada vez mayor de adictos irrestrictos a sus productos. No siempre le ha ido bien, y conoció el dolor de ser despedido de su propia empresa para ser traído de vuelta en gloria y majestad años más tarde. Así que, a pesar de mi prejuicio contra Apple, soy un admirador de Steve Jobs.
Dicho todo esto, creo que el iphone es un producto digno de estudio. No creo que nadie haya anticipado el impacto masivo que iba a tener, ni el interés desmedido que ha despertado en toda la comunidad, mucho más allá de los ya adictos a Apple. Todos los que hemos visto uno de cerca, sabemos que uno no puede quedar indiferente frente a él. La sensación de magia y de poder que nos da su interfaz a la "sentencia previa", donde manipulamos todo deslizando los dedos sobre una pantalla brillante y dinámica no tiene ningún competidor en el mercado. Su primera versión, cara, difícil de conseguir y de usar (ya que venía bloqueado para proveedores telefónicos en Estados Unidos solamente), se distribuyó informalmente por todo el mundo. Encuentro impresionante la cantidad de gente cerca mío que tiene un iphone, desbloqueado para Chile, que tuvieron que vivir toda una aventura para obtenerlo.
Ahora anuncian su segunda versión, y su llegada oficial a Chile. Probablemente vendrá amarrado a un operador telefónico también y costará más de 100.000 pesos. Creo que se venderá muy bien, en un mercado no tan masivo pero muy exclusivo, porque no hay mejor forma de llamar la atención que deslizando los dedos sobre la pantalla de un iphone. Igual que todos los chiches tecnológicos modernos, los usuarios no sabrán usar ni un 10% de las funcionalidades del teléfono, pero en un objeto de lujo como este, eso no importa. Los pobres de nosotros, el resto del mundo, no nos atreveremos más ni a sacar del bolsillo nuestros viejos blackberries, Nokias, Samsung que están tan obsoletos que tienen hasta teclas.
Creo que el iphone es un excelente ejemplo de como la innovación, el riesgo y el liderazgo pueden generar muy buenos negocios. Claro que yo no me compraré uno.
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Ross Moore,
Mathematics Department, Macquarie University, Sydney.
The command line arguments were:
latex2html -no_navigation -split 0 tercera-iphone.tex
The translation was initiated by Jose M. Piquer on 2008-06-11