Los chilenos en Facebook




José M. Piquer
Profesor Asociado, Depto Ciencias de la Computación Universidad de Chile


Cuando se evalúa a Chile en los rankings internacionales, generalmente nos afectan negativamente los indicadores de uso y penetración de la tecnología en la sociedad y en las empresas. Sin embargo, últimamente han aparecido varios ejemplos que parecen contradecir eso: la cantidad de fotologs per cápita en Chile y la cantidad de chilenos en Facebook figuran como top 10 en esas listas. No sé cuánto valen esas estadísticas, pero intuyo que puede haber algo interesante detrás de ese éxito y además me parece probable que sea cierto.

Todos estos ejemplos tienen algo en común: se refieren a la juventud chilena, no a la población en general. Aunque Facebook es utilizado por gente de muy diversas edades, su nicho principal claramente es sub-40. Esto podría ser una muy buena noticia: si nuestra juventud se inserta fuertemente en el uso de las nuevas tecnologías, tenemos una generación de recambio que nos podría llevar a ser un país desarrollador de soluciones tecnológicas. Una vez que uno tiene un mercado local demandante (aunque sea pequeño) ya se pueden crear empresas locales que terminen exportando al mundo.

Pero, ¿qué mueve a nuestros jóvenes a usar tanto estos espacios? Yo creo que Chile está agotado de estar en el fin del mundo, está cansado de ser una isla de paz y tranquilidad. Los habitantes de este confín perdido necesitan mostrarse, encontrarse con el mundo y la globalidad. De alguna forma, quisieran estar en el mapa de los países que son "alguien".

Particularmente, Facebook es el extremo de la compresión del espacio y la distancia entre las personas. El concepto de las redes sociales es que la distancia entre dos personas se mide en contactos comunes que me van llevando de uno a otro. Y, lo más sorprendente, es que las distancias son mucho menores de lo que la intuición nos indicaba. Gracias a los "hubs" o concentradores de contactos, la leyenda es que todos los habitantes del planeta estamos a menos de 6 contactos de distancia unos de otros. Todos conocemos algún "hub": es aquel amigo que conoce a todo el mundo, que no para de viajar, al que todos conocen, el que va a todas las reuniones y conversa con todos.

Vivir en Facebook genera una impresión de popularidad infinita, la gente encuentra (y reencuentra) a todos sus conocidos, a los conocidos de los conocidos y, de golpe, tenemos un millón de amigos aunque seamos el tipo más impopular posible. El coronel Aureliano Buendía nunca habría tenido problemas para que le escribieran si hubiese existido hoy día.

A mí, en lo personal, estos sistemas me generan una angustia infinita de no tener suficiente tiempo para atender a todas las conversaciones, invitaciones y reuniones sociales. Ya en el mundo real arranco de cuanta comida, cocktail o evento social puedo, a pesar que sé que la exposición es una de las claves para ser alguien, para obtener las oportunidades y aprovecharlas. El mundo virtual es aun peor, porque es como estar en un evento social donde participan todos mis conocidos, las 24 horas del día.

No tengo messenger, linkedIn ni menos Facebook. Apenas logro leer mi mail y ni siquiera leo los diarios. En pocos años más no voy a existir más que en la sección histórica de Google.

Sobre este documento...

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The translation was initiated by Jose M. Piquer on 2008-06-06


Jose M. Piquer 2008-06-06