La telefonía a costo fijo

José M. Piquer

"Llegó con la manía de cobrar impuestos por razones incomprensibles. Pretendió vender permisos de pesca y caza en un territorio ingobernable. Quiso cobrar derecho de usufructo a los recolectores de leña que juntaban madera húmeda en una selva más antigua que todos los Estados."
Un viejo que leía novelas de amor -- Luis Sepúlveda

Por tantos años (más de 100) nos ha acompañado el fiel teléfono, que nos hemos acostumbrado a sus métodos de tarificación. De alguna forma, nadie cuestiona que su costo sea proporcional a la duración, y a veces a la distancia entre los dos puntos. Curiosamente, la tecnología ha ido volviendo obsoletas esas tarifas, pero seguimos pagándolas. Por ejemplo, si vamos a un satélite, da lo mismo donde bajamos, porque la distancia total es la misma (y el costo también).

Ahora es posible que se vuelva obsoleto el cobrar por tiempo, e incluso que el sistema telefónico completo, después de haber soportado incólume un siglo, sea reemplazado. Y, más extraño aún, puede ser reemplazado por nuestra ethernet conectada a Internet.

La carrera entre la telefonía digital en banda ancha y las redes de datos multimediales está llegando a su fin, y va ganando Internet. Otra forma de verlo es la conmutación de circuitos contra la conmutación de paquetes. Sea como sea, el resultado es una sorpresa. En 1987, cuando conocí Internet, jamás habría pensado que algún día iba a poder usarla de televisor, teléfono y videograbador. Cuando lo máximo era hacer ftp y lo normal era enviar mail, la multimedia era aún un sueño.

Hoy, no hablamos por teléfono por Internet normalmente, pero sí transferimos imágenes y animaciones todo el tiempo en el Web y algunas veces audio. Sin embargo, los productos experimentales y la investigación en el área está dejando lejos atrás lo que nunca se hizo en telefonía y está logrando hacer lo que nunca se hizo en redes de datos: hablar por teléfono. No sólo desde el PC, por lo demás, también hay centrales telefónicas conectables a una ethernet y con direcciones IP. Es verdad que la calidad aún es mala y que son sistemas difíciles de usar. También es verdad que los proveedores deberán darnos más ancho de banda. Pero lo importante es que es posible. Y tal vez lo más importante, es que es al mismo precio de Internet, o sea, una tarifa fija mensual.

Arthur Clarke pronosticó en su serie de libros de 2001 en adelante, que el año 2.000 se eliminaba la separación entre larga distancia y servicio local, quedando todo al mismo precio. Tal vez Internet nos entregue eso, y además lo deje fijo.

Nuestra experiencia en esto ha sido clarísima, fuimos usuarios de X.25, de UUCP y de modems telefónicos larga distancia, todos con costos variables según el tráfico. Luego, en 1992, comenzamos con Internet y obtuvimos un servicio a costo fijo. Es increíble la diferencia de mentalidad y de modelos de uso que existe en ambos mundos. Cuando la red es tarificada por tráfico, todo se restringe y el usuario evita usar la red lo más posible, siendo imposible desarrollar nuevos servicios y productos, puesto que nadie los prueba siquiera. Cuando la red tiene un costo fijo, el usuario la usa todo lo que puede y el problema se invierte, ahora el proveedor trata que el usuario use lo menos posible.

En mi opinión, si queremos un real mercado nuevo, con servicios y productos novedosos, con usuarios motivados y curiosos que deambulen por la red descubriendo sus secretos, con ancho de banda suficiente para lidiar con la demanda creciente, la única solución va por el costo fijo. Por lo menos en lo que a tráfico respecta, porque los servicios finales pueden tener las tarifas que quieran. Si el tráfico cuesta dinero, entonces no habrá usuarios.





José M. Piquer
Mon Apr 13 11:43:41 CST 1998