La Empresa de Telecomunicaciones del Futuro

José M. Piquer

El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginaro. De los muros, que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios...

Nicanor Parra

Nos guste o no, Internet está siendo operada hoy por las grandes compañías de telecomunicaciones, vulgarmente conocidas como telefónicas. Despreciándola en un inicio, temiéndole después, ahora Internet es su estrategia más de futuro.

Los pesimistas ven en esto una estrategia para detener Internet. Los optimistas (¿habían notado que yo soy optimista?) vemos en esto una opción realista que abre un camino hacia las comunicaciones del futuro. Ese camino, sin embargo, no es fácil. La tecnología, la filosofía y los tiempos son completamente distintos en el mundo telecom y en el mundo Internet. Por dar un ejemplo, la definición del servicio de telefonía digital ISDN demoró unos treinta años hasta llegar a nuestros hogares. La versión de TCP/IP que corre en mi notebook es del año pasado (cámbiese a Linux para no ser menos), la versión de Netscape es de hace seis meses. Hace exactamente siete años Chile se conectó a Internet, y no existía el Web, sólo correo, conexión remota y transferencia de archivos. Hace veinte años IP no existía y sólo unas ideas remotamente similares se implementaban en laboratorios.

Sólo mantenerse al día de lo que está ocurriendo requiere un ejército de investigadores (en su defecto un montón de estudiantes en la universidad también sirve). La planificación de redes, tan amada por las telefónicas, desaparece en este mundo donde debo estar proveyendo más y más ancho de banda todos los días. La organización en base a productos, bien acotados y definidos, carece de sentido. En el tiempo que me toma entrenar a un grupo de gente en vender e instalar Internet por TV Cable, por ejemplo, toda la tecnología, el hardware, el software y el medio de acceso ya serán otros y mi grupo quedó obsoleto antes de existir.

La plataforma de servicios de un eventual carrier IP, es básicamente una red flexible. No puedo amarrarme a ningún acceso en particular, y debo estar preparado para que las conexiones a mi red sean por cualquier medio físico, para cualquier aplicación, y ser capaz de aumentar el ancho de banda en cuanto sea necesario. La robustez de la red y su velocidad son cruciales, rutas redundantes, protocolos inteligentes, conectividad nacional, regional e internacional son todas componente indispensables.

Es importante no confundirse y no intentar proveer servicios que solo entorpecerán la flexibilidad de la red. Ejemplos son: seguridad, autentificación, redes cerradas, pago electrónico, bases de datos, etc. La red debe ofrecer un sólo servicio: transporte IP de alta calidad. El resto son servicios que darán terceros (y que no está demás proveer) pero en ningún caso pueden definir a la red misma. Un ejemplo típico es obligar a los clientes a operar en una red protegida por un firewall, con lo cual el carrier define qué puede y qué no puede hacer el cliente, anulando toda la flexibilidad del sistema.

Al igual que hoy, habrá más dinero en los servicios de valor agregado que en el simple transporte de paquetes IP. Sin embargo, al igual que hoy, se podrá lucrar (y mucho) siendo un transporte de alta calidad. Por otro lado eso evitará competir con quienes son los principales socios del carrier: los generadores de tráfico, los servicios populares de la red. Finalmente, creo que técnicamente es suficientemente complejo ser un buen carrier IP como para comenzar a pensar en otras cosas. La inversión en equipamiento, personas y ancho de banda será enorme.

La última batalla de las telefónicas será el cobro. Una y otra vez aparecerán los deseos de cobrar por tiempo, por byte, por kilosegmento o por megacyberdatos (mientras menos se entienda, mejor). En esto, espero que el mercado expresará su opinión muy fuertemente y los técnicos debemos seguir repitiendo y demostrando que eso es simplemente una estafa, y mientras no cambie la tecnología IP lo seguirá siendo.

En resumen, creo que Internet en manos de las telefónicas es un desafío importante que abre múltiples posibilidades hacia el futuro. Con el dinero del viejo buen teléfono, se pueden financiar troncales de alta velocidad impensadas de otra forma, y el sueño del cyber-mundo interconectado se va perfilando de verdad. Los obstáculos del cambio de mentalidad no son menores y, como toda organización de personas, implica un cambio masivo y no solo en el gerente general. Sin embargo, no existe otra opción, y eso se ha transformado en una certidumbre en todas las empresas del mundo.

Realmente pienso que nuestros hijos tendrán una Internet como nunca la soñamos nosotros, los del tronco histórico de la red.




José M. Piquer
Wed Feb 10 20:33:48 CLST 1999