Después de dos meses en cama por una recaída de una hepatitis que me tuvo un mes en cama, no me queda mucho ánimo para ser optimista, así que no me culpen si este artículo sale medio depresivo.
Haber visto tanta televisión y multicarrier también me debe haber hecho mal. El Chile de la tele parece realmente desarrollado, hasta tecnológico, con frases como las telecomunicaciones más desarrolladas de latino-américa y cosas así.
¿Qué hay de la informática en Chile? Parece obvio que también debe ser un área de gran desarrollo, inversión y capacidad. Mi experiencia al respecto es terriblemente negativa. No conozco ningún ejemplo en Chile de soluciones desarrolladas para empresas que realmente contengan elementos tecnológicos de avanzada. Los que están en la punta de la tecnología programan en C, los bancos en línea cuadran sus bases de datos en batch por la noche y los gerentes de informática tienen fama de gastar dinero nada más. Nuestros expertos asesores de informática dicen que lo que ellos hacen (que es lo mismo desde hace 20 años) es en realidad lo mismo que se hace afuera, que ellos siempre han sido orientados al objeto, aún antes que se les pusiera nombre. Que, por lo demás, la tecnología no es lo importante, que lo que vale es la organización y la gestión.
Y en eso nos vamos. Parece que la tecnología de software no es importante en Chile, no vende y no paga. La única empresa que he conocido que ha desarrollado todo su sistema en C++, es porque era software para la exportación. De hecho, intenta exportar el producto sin venderlo a nivel nacional, porque no hay mercado. Sin embargo, debe haber alguna razón por la cual en Wall Street ahora usan Smalltalk (¿han oído hablar de eso?).
Es cierto que el país es pequeño, que las escalas involucradas en los problemas no son grandes. Pero, ¿nos condena eso a la edad de piedra?
Es extraño lo que ocurre en Chile. El nivel de gestión y de marketing es excelente, y al parecer basta para que las empresas sean buen negocio. A un banco no le significa más clientes tener mejor tecnología informática, y sí le significa más gasto (en gente sobre todo). Prefieren hacer grandes afiches de tecnología inexistente y por detrás tener una armazón amarrada con alambritos. Las aplicaciones utilizadas son las mismas de hace diez años, de las cuales ni siquiera tienen el código fuente y nadie se atreve a cambiar nada por eso mismo.
Todos los grandes desarrollos de software que me ha tocado ver han sido motivados por una catástrofe inminente, como porque el sistema está tan obsoleto que la marca del computador en que corre ya no existe. Y la solución es pura artesanía criolla, como el tarrito de nescafé del cerro tololo (¿será leyenda?).
No me parece mal ser maestro chasquilla, desatornillador en mano andar arreglando entuertos con mucha imaginación. De hecho esa es una de mis formas de ganarme la vida. La pregunta es si podremos desarrollar este país hacia el futuro, con competitividad internacional, en base a pura artesanía. Ojalá que cuando la tecnología nacional se haga necesaria al borde de una catástrofe, podamos encontrarla en algún lado.