El Ethernet Espacial

José M. Piquer

Los sueños volvieron, cada uno por su lado. Las cabezas dormían tocándose y en cada una se alzaba el telón sobre un escenario diferente. Traveler pensó irónicamente que parecían los cines contiguos de la calle Lavalle, y alejó del todo su esperanza. No tenía ninguna fe en que ocurriera lo que deseaba, y sabía que sin fe no ocurriría. Sabía que sin fe no ocurre nada de lo que debería ocurrir, y con fe casi siempre tampoco.

Rayuela -- Julio Cortázar

Me tocó asistir invitado por el Colegio de Ingenieros a un foro sobre acceso satelital de baja altura, donde expusieron dos interesantes charlas de los dos principales proyectos para acceso de datos existentes hoy en día: SkyBridge de Alcatel y el bullado Teledesic de Bill Gates, Motorola y otros.

A pesar que se supone que yo soy experto de cuanta cosa hay en redes (y algunos dicen que tiendo a hablar como experto de todo, incluso de lo que no tengo idea) reconozco que no sabía mucho sobre el tema. La mayor parte de mi conocimiento se debía a haberme imaginado cómo podría ser una cosa así, e inventar cómo lo haría yo. Curiosamente, mi sueño no se alejaba mucho de la realidad. Peor aun, se asemejaba mucho al proyecto de Teledisc, lo que parece acercarme a Bill Gates. ¿Deberé ir al psiquiatra?

Resumiendo, la idea inicial es simple: reemplazar los satélites geoestacionarios por satélites a baja altura. La ventaja principal: están mucho más cerca (un geoestacionario está a 36.000 km y órbita baja es a 1.500 km). Esto es importante para disminuir los retardos (de 500 milisegundos ida y vuelta a 25 milisegundos, similar a una fibra óptica), para disminuir la potencia de las antenas y aumentar el ancho de banda. Las desventajas principales es que se requieren cientos de satélites para cubrir toda la tierra y que se mueven, lo que requiere antenas móviles e inteligentes para rastrear los satélites y para pasar de uno a otro (la pasada de un satélite sobre un punto dado es de unos 10 minutos no más).

Estas redes son similares en concepto a Iridium, que fue pensada para telefonía, pero requieren antenas mejores y están orientadas a datos, principalmente IP. La jerga las llama constelaciones de satélites (SkyBridge contempla 80 satélites y Teledesic 288) y los satélites también requieren inteligencia, puesto que deben re-posicionarse cada cierto tiempo para no perder su lugar. Ambos proyectos esperan estar funcionales entre el 2002 y el 2004.

Las principales diferencias entre ambos proyectos radican en el fondo, puesto que a simple vista son muy similares. SkyBridge busca posicionarse como alternativa de acceso, un local loop inalámbrico con cobertura mundial. Para hacer esto, se requiere de una antena residencial equivalente a la de televisión satelital, pero móvil. Usando esa antena, se sube al satélite de turno, y se baja directamente a una estación terrena de acceso que requiere una antena más grande (5 metros). Allí está el proveedor, que nos conecta a las redes terrestres tradicionales. La idea es hacer ATM con ellos, y de allí seguir en ATM o pasar a IP. En una configuración normal, se tienen 2 Mbps de subida y 20 Mbps de bajada. Como se puede usar un sólo satélite, el radio de cobertura es un círculo de 700 km de diámetro, por lo que no puedo ir más lejos.

En cambio Teledesic es mucho más ambicioso, y busca construir una red satelital, con enlaces entre satélites, con ruteo incorporado, de modo que puedo subir en Santiago de Chile y bajar en Tokyo, Japón, pasando por unos 30 satélites, con un delay de 100 ms. Yo había imaginado algo así, y pensé que era un sueño. La única diferencia es que yo soñé una red IP espacial, con satélites con routers IP, pero en realidad es una red de conmutación de circuitos, al parecer tendiendo a ATM. Lástima. En todo caso, la tecnología requerida para operar una red de este estilo, con ruteo inteligente y variable, entre satélites móviles masivos aun no existe, por lo que sigue siendo un sueño.

La verdad es que el escenario no puede ser más atractivo: una ethernet espacial de alta velocidad, con conexiones en todo Internet. Ahora puedo conectarme a Internet en cualquier parte del mundo, en el mar, en el desierto, con solo tener mi pequeña antena parabólica y un contrato con el proveedor satelital. Nos saltamos los proveedores locales, los gobiernos, la infraestructura local, etc. En un país como Chile, aislado, censurado, dominado por un estado, una justicia y una iglesia todo-poderosos, tranquiliza pensar que nuestra pequeña antena nos independice para siempre del medioevo imperante.

En ese sentido, resulta mucho más atractivo el proyecto de Bill Gates. Claro que si la red satelital corre el software de red de Microsoft, estamos perdidos.





José M. Piquer
Wed Jun 16 21:38:03 CLT 1999