La Civilización Humana

José M. Piquer

Es un milagro
Otro milagro
Por la gracia de Dios Todopoderoso
Y las fuerzas del Mercado
La raza humana se ha civilizado a sí misma

Roger Waters - It's a Miracle

La raza humana ha dedicado enormes esfuerzos y empeños milenarios en construir la civilización. La idea es intentar convencernos que somos algo más que un mamífero sedentario y territorial, jugando el juego de la selección natural y cuyo único objetivo es reproducirse. Lo hemos hecho tan bien, que es muy fácil olvidar lo que hay debajo de estas capas culturales que nos hacen simular un ser superior a nosotros mismos.

Pero el animal que realmente somos se nos cuela por todas partes, y aparece en todas las esquinas, desde la pornografía hasta la agresividad, desde las guerras hasta los golpes de estado y, más cotidianamente, en nuestras familias y nuestros trabajos. La ropa, las leyes y la policía apenas logran mantener disfrazados nuestros verdaderos instintos.

Basta un poco de miedo, una pequeña amenaza a nuestro territorio, para que los milenios de cultura vuelen hechos pedazos y surja como un monstruo de caricatura de adentro nuestro, tome el poder de nuestro cuerpo y haga y diga las barbaridades más impresionantes, mientras nuestra conciencia racional/cultural observa impotente desde su rincón. La racionalidad que cultivamos tan fuertemente aparece después, cuando la adrenalina bajó, y su único rol es inventar explicaciones semi-coherentes para una actitud obviamente inexplicable en el contexto cultural.

En la vida cotidiana, es bueno tomar conciencia que no somos mucho más que un perro. Eso al menos sirve para que estemos atentos a nuestras reacciones y sepamos aceptarlas mejor.

También creo que, como buen mamífero, nos gusta tener una manada y ser valorados por ella. Gran parte de los momentos que podríamos definir como felices en nuestras vidas vienen del reconocimiento de los otros a lo que hacemos. Nuestros hijos que nos admiran, nuestras parejas que nos acarician, nuestros colegas que nos respetan. Este reconocimiento no es fácil y, cuando lo buscamos demasiado, se arranca.

En el aspecto laboral, la creación, la innovación y el aporte que uno le pueda hacer a la raza humana son una motivación permanente. Probablemente por eso mismo las leyes de protección intelectual y patentes son tan importantes: para proteger a los inventores y garantizar que reciban el reconocimiento que merecen.

Desgraciadamente, creo que esas mismas leyes y procedimientos se han vuelto un freno y un obstáculo para la innovación y para su aplicación. Los abusos son reiterados y persistentes, en computación se han patentado algoritmos y formatos que sólo han servido para hacer más lento el desarrollo del área, los costos asociados a las patentes son gigantescos y se patenta una gran cantidad de basura inútil.

Yo creo que es un error de la humanidad el seguir patentando y dándole valor a estos mecanismos. Lo que inventamos, lo que creamos, lo que pensamos, nada es totalmente nuevo. Todo se basa sobre miles de detalles discutidos con colegas, estudiantes y profesores. Creo que todo invento o creación debiera ser obligatoriamente público y puesto a disposición de la humanidad sin costo alguno. No creo que esto cause un gran perjuicio financiero al inventor propiamente tal, que siempre podrá recibir el reconocimiento que merece (y que podrá demostrar al haberlo publicado antes que todos). Los únicos perdedores son los intermediarios, que no cumplen ninguna función útil en este caso (los laboratorios, los editores, los sellos discográficos, etc).

Tal vez entonces hayamos dado un paso hacia la civilización.





José M. Piquer
Thu Apr 18 12:30:30 CLT 2002