El demonio del software

José M. Piquer

Linux: hay cosas peores, pero son más caras.gif

La verdad es que no deja de dar rabia. Habiendo resuelto problemas y diseñado soluciones sólidas y bien hechas para diversos problemas hace más de veinte años, volver a encontrarlos diez veces al día es simplemente frustrante.

¿Cuántas horas de nuestros mejores hombres perdemos al día? Configurando, reinstalando, re-booteando, persiguiendo virus y estupideces varias, no hay cómo lograr que los PCs funcionen en forma estable.

No entiendo cómo puede ser posible que todavía utilicemos falsos sistemas operativos, que ni siquiere proveen protección, usuarios ni verdadera memoria virtual. Habiendo tenido esto en los '70 en máquinas PDP-11 con algunos Kilobytes de memoria, no lo tenemos hoy en PC's 100 veces más poderosos. Peor aún, el mundo parece convencido que esto es lo único que existe y que la computación es así.

Aceptando que el marketing es poderoso, que es capaz de vendernos televisores apostando en contra de la selección y convencernos que la apoyan, que es capaz de vendernos teléfonos que se cortan cuando se acaba el tiempo contratado como una ventaja, aun así me resulta difícil aceptar que me vendan cosas malas, obsoletas y caras, existiendo alternativas mejores, nuevas y gratuitas. Multiprocesamiento, protección del hardware, seguridad, memoria virtual y estabilidad es como lo menos que se puede pedir.

Puedo entender que en la casa, con usuarios que no saben nada técnico, cualquier cosa puede venderse. Pero me preocupa que estos mismos equipos con las mismas fallas de diseño y operación son los que compran nuestros técnicos, incluso como servidores en Internet. Como hace años atrás, hoy existen productos que podemos comprar sin temor a que nos despidan por ello, por malos que sean. En cambio, resulta difícil convencer que usar una solución gratuita sea una buena idea.

Alguien me dijo una vez que lo malo de Unix es que uno andaba siempre programando. Es verdad, incluso el ambiente de comandos es como un lenguaje de programación. Pero esa es también su fortaleza, al permitirnos escribir nuestra combinación de comandos en un comando más poderoso. Por lo menos los informáticos debiéramos darle la preferencia a un sistema programable frente a un sistema monolítico y mal hecho.

Algo hay en el proceso comercial del software que corrompe el producto. Cuando construimos software como herramienta de trabajo, nos concentramos en que cumpla su misión. Lo hacemos sólido, bien diseñado, modular, seguro, etc. Cuando construimos software para vender, lo hacemos rápido y mal pero que se vea bien. ¿Fácil de usar? ¿Fácil de administrar? Falso. Es mucho más difícil. Lo único es que se "ve mejor". Nada peor que tratar de encontrar la opción de cambiar el servidor de nombres en una nube de menus y sub-menus que se encuentran como en tres partes distintas. Y por supuesto, hay que insertar el CD de instalación (¿para qué, digo yo?) y después rebootear.

¿Alguna escapatoria? Por mi parte, me dedico a instalar Linux en cuanto PC tengo a mano y me convenzo cada vez más de su superioridad, incluso en la facilidad de instalación. Más de alguien me encontrará razón.

About this document ...

This document was generated using the LaTeX2HTML translator Version 95 (Thu Jan 19 1995) Copyright © 1993, 1994, Nikos Drakos, Computer Based Learning Unit, University of Leeds.

The command line arguments were:
latex2html -split 0 -no_navigation linux.tex.

The translation was initiated by Jo Piquer on Wed Jun 24 21:43:34 CLT 1998

...caras.
signature de un amigo



José M. Piquer
Wed Jun 24 21:43:34 CLT 1998