En ese momento Adriano aulló desde el torreón, pero Wenseslao no alcanzó
a oír bien sus palabras. [...] Entonces Wenseslao le preguntó a Balbina:
- ¿Quién gritó mamá?
- ¿Qué te ha dado por preguntar repetidamente lo mismo, hijo mío?
- Me pareció...
- Nadie grita. Ya te lo dije. Son los pavos reales.
- Ah.
José Donoso -- Casa de Campo
Después de batallar algunos días (pero muy entretenidos), logré instalar familiar Linux en mi Compaq Ipaq 3700 (64 Mbytes DRAM, 64 Mbytes Flash). No deja de ser impresionante ver la pantalla del X-windows partiendo en la pequeña superficie de 320x240 pixeles. El window manager (ion, que es ad-hoc para pantallas pequeñas) tiene una opción para poner las ventanas en diversas direcciones, según como uno prefiera tomarlo (portrait o landscape), y trae un lector de letras dibujadas con el lápiz (tipo grafitti de Palm) llamado xstroke. Viene un terminal X (rxvt) y un shell para poder usarlo como un Unix tradicional, pero en realidad no parece la forma más útil de interactuar con el sistema, aunque tal vez un shell orientado a xstroke podría ser un buen aporte.
Mi Ipaq la compré con una chaqueta extra para tener slots PCMCIA, donde tengo la tarjeta de red inalámbrica que uso habitualmente (una Cisco Aironet) y (sorpresivamente) funcionó muy rápidamente por lo que estuve conectado a Internet casi de inmediato. El sistema de instalación de Familiar se basa en estar conectado a Internet, así que de ahí en adelante es bastante espectacular: el sistema muestra los paquetes instalables desde la red y uno elige los que quiere, los que se cargan muy rápido y sin problemas. La consola es la puerta serial del Ipaq a la que se puede tener acceso utilizando el cradle y un PC con un emulador de terminal. Es impresionante conectarlo y obtener un login en la Ipaq.
En los paquetes que he instalado viene un tocador de MP3 (scream) y un browser web (dillo). Lo más débil es el browser que es muy minimal en funcionalidades (sin frames, sin https). Sin embargo, sirve de prueba de concepto, porque el web normalmente se navega a puro click y no requiere tipear mucho, y para ver cuanto cabe en la pantalla (ver figura). También viene un Secure Shell con toda su funcionalidad, y los comandos más habituales en Unix.
Después de usarlo en la casa, en la oficina e ir aprendiendo, resulta muy motivante sacar algunas conclusiones. La primera es que estos equipos ya son realmente un PC de bolsillo y pueden usarse como tal. Las restricciones principales son la pantalla (que sigue siendo un poco estricta en su tamaño) y las baterías (que no duran un día entero de trabajo). Creo que se puede vivir sin el teclado, aunque requiere un poco de entrenamiento. Por otro lado, el tamaño de la pantalla físicamente es lo que uno quiere (tamaño bolsillo) pero el equipo es un poco gordo y pesado aun para el bolsillo de la camisa. Comparado con un teléfono celular WAP esto es la gloria en todo sentido (salvo que no es un teléfono), y demuestra lo importante que es tener una pantalla de verdad.
En resumen, siento que vale la pena irse fijando en estos sistemas, el desarrollo de aplicaciones bajo Linux me impresionó (tengo problemas aun con el font del rxvt, es lo único que realmente me molesta) pero obviamente es aun un sistema beta (aunque mi impresión bajo lo poco que usé el Windows CE original es que también era una versión beta).
Es impresionante el poder buscar cosas en google con el Ipaq en la palma de la mano en la terraza del jardín.