Al principio parecían buenas noticias para todo el mundo: la tecnología de compresión de audio de buena calidad lograba excelentes resultados, permitiendo que la misma calidad de un CD de audio ahora podía almacenarse en un archivo 10 veces menor en tamaño, y en un formato estándar llamado mp3 (de MPEG, capa 3). Por otro lado, siendo digital, podía duplicarse sin pérdida de calidad todas las veces que se quisiera.
Finalmente, esto ocurrió simultáneamente con el aumento de ancho de banda en las conexiones a las casas, a través de soluciones tipo DSL (usando el par de cobre telefónico) o de Modem-Cable (usando el TV-cable). Esto es muy importante porque, aunque el formato es comprimido, todavía los archivos quedan de tamaños respetables, entre 3 y 5 Megabytes una canción típica. A modo de ejemplo, 3 Megabytes transmitidos por un modem a 56K demoran 10 minutos en teoría, 15 minutos con suerte, y normalmente 30 minutos. Con una conexión rápida (cientos de Kbps hoy día) las demoran son de 5 a 10 minutos reales, lo que vuelve de verdad atractivo armar colecciones completas de música en los PC's de hoy. Como también el espacio en disco ha aumentado mucho, estos números tienen pleno sentido hoy. Tan solo dos años atrás estos números eran absurdos e inviables en las casas del mundo.
El resultado: hordas de jóvenes se han precipitado a sacar partido del sistema, difundiendo e intercambiando música como nunca antes, creando un sistema interconectado mundial de archivos de música conocido como Napster, que les permite intercambiar entre ellos mismos millones de canciones. Por otro lado, computadores servidores de música en la casa, difundiendo música en demanda o aleatoriamente, se vuelven algo normal, y grabar CD's con archivos de música también.
Si uno mira esto desde el punto de vista del artista creador, ávido de difundir su obra masivamente, con calidad original, con el alcance mayor posible, esto es todo un éxito que la industria musical debiera agradecer. Nunca antes había sido posible difundir en forma instantánea música a costos tan bajos y con alcances tan masivos y a tan alta calidad. Sin embargo, la situación es al revés: la industria musical ha reaccionado con pánico, coludida como nunca, y ha hecho lo imposible por destruir a Napster.
Básicamente, la tecnología ha destruido un modelo de negocios basado en ventas de copias físicas, donde la limitante a la duplicación era la pérdida de calidad. La digitalización ya no permite cobrar así. En vez de oponerse tozudamente al avance imparable de la tecnología, la industria discográfica deberá aprender a usarla para impulsar nuevas formas de financiar a los artistas por sus obras, o morirá definitivamente en su vano esfuerzo de perpretarse como un intermediario inútil y sin valor.
Algunos tienden a ver la tecnología como un enemigo de la libertad que le permitirá a las grandes empresas dominar al mundo. Yo pienso que el caso es lo contrario: la tecnología nos ha ido permitiendo liberarnos del control central, acceso inmediato a todas las fuentes de información y una libertad completa al romper las fronteras de lo establecido. Napster es solo un primer paso.
Más información: www.napster.com
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The command line arguments were:
latex2html -split 0 -no_navigation -t napster entel.tex.
The translation was initiated by on Thu Apr 5 17:59:57 CLT 2001