Se vende dominio con poco uso

José M. Piquer

La vida es un hermoso prado cubierto de excrementos de perro.
Jalouve, Éric Sanvoisin.

Es curioso como a veces la vida se vuelve más imaginativa que nuestras peores pesadillas. Ya habíamos decidido cambiar las normas de inscripción bajo el dominio .CL, pensando que el crecimiento era demasiado y que estaban ocurriendo abusos, cuando llegó la avalancha de algo mucho peor.

Cuando Internet comenzó, sólo existían las direcciones IP. Sin embargo, muy pronto se adoptó la idea que era más fácil recordar nombres que números, y se utilizó un esquema de nombres planos. Luego se pasó a los nombres de dominio, como una generalización genial de los nombres, de modo de proveer un sistema distribuido, tolerante a fallas y jerárquico que pudiera crecer hasta cubrir todo el planeta. Desgraciadamente, los nombres tienen un problema: tienen un valor. Uno de los abogados que consultamos estos últimos días, cuando le explicamos el problema de los dominios, nos comentó: "mejor hubiesen seguido usando números no más, nadie se pelea los números de teléfonos".

En efecto, existen productos cuyo principal capital es el nombre. Coca-cola, Pepsi, Adidas por ejemplo, son marcas que son reconocidas en todo el mundo, y son celosamente cuidadas para evitar un mal uso de ellas. Aunque no está claro legalmente qué relación tiene 'pepsi.cl' con la marca Pepsi, está claro que inscribir el dominio conlleva un uso del nombre.

Hasta cuando escribí el artículo en la revista pasada, lo que nos preocupaba eran los que inscribían casi todas las palabras del diccionario, por un afán impulsivo de coleccionista, al parecer. También nos preocupaban los conflictos de marcas, porque al ser plano el espacio de dominios en Internet, obligadamente iba a haber colisiones (como la telefónica manquehue y el hotel manquehue, en que ambos tienen igual derecho al nombre). Lo que ocurrió, sin embargo, fue peor.

Casi simultáneamente, dos empresas comenzaron a inscribir cuanta marca bien conocida hubiese, incluyendo coca-cola, pepsi, honda, microsoft, softel, etc. Aunque siempre declaramos que no se podía asociar directamente la marca al dominio -- debido justamente a la escasez de nombres -- no podíamos ignorar que el uso de estos nombres claramente consistía un abuso y que era inaceptable.

Después de múltiples discusiones con abogados y entre nosotros, decidimos cambiar todo el sistema en un fin de semana. Básicamente, cerramos la aceptación de peticiones por dos días, mientras construíamos el nuevo software de recepción, y pasamos al nuevo sistema incluso las peticiones que ya estaban encoladas. Ahora se les pide un RUT para saber quienes son responsables del dominio, y se les factura 1.5 UF por dominio.

Para evitar los abusos como los que se estaban cometiendo, se agregó una cláusula de arbitraje obligatorio. Esta cláusula da un plazo de 30 días para que otra empresa pueda enviar una solicitud reclamando el mismo nombre y exigiendo un arbitraje. Será entonces el árbitro quien decidirá quién tiene el mejor derecho a usar ese dominio, basándose en el registro de marcas y en su propio criterio. Para este fin, estamos basándonos en los árbitros de la Cámara de Comercio. Una vez pasado el plazo, el dominio queda asignado definitivamente al primer peticionario si nadie ha pedido un arbitraje en el intertanto.

Es triste constatar que la razón no tiene cabida en el mundo real, y que se debe recurrir a burocracia, papel y abogados para permitir que Internet siga operacional. Lo peor es que las leyes no consideran ninguno de los problemas de la red, mucho menos los relativos a los nombres de dominio. Entonces hubo que crear reglamentos que, basados en las leyes más aplicables, le dieran un marco y una coherencia al sistema, lo que ha resultado en un trabajo extremadamente duro y difícil. Hemos pensado que la ley de abusos de publicidad es lo más similar que existe al problema en cuestión, y gran parte del nuevo reglamento se basa en esa ley.

Esperamos que este nuevo esquema, a pesar que complica mucho la inscripción de dominios, permita mantener a raya a los piratas, acaparadores y a los revendedores, pero quien sabe con qué nuevo invento nos encontraremos en el futuro.

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José M. Piquer
Wed Sep 17 18:56:24 CST 1997