Agenda Digital: Un acto de valentía final




José M. Piquer

No odiaban particularmente a los enanos, no más de lo que odiaban a todos y todo, y particularmente lo metódico y próspero; [...] y de todos modos a los trasgos no les preocupa a quién capturan en tanto puedan dar el golpe en secreto y de un modo ingenioso, y los prisioneros no sean capaces de defenderse.

- J.R.R. Tolkien, El Hobbit


A comienzos de este año, el gobierno lanzó la llamada Agenda Digital, un interesante documento con sus metas y plan de trabajo en Tecnologías de Información y Comunicaciones hasta el 2006. El documento (pueden encontrarlo completo en www.agendadigital.cl) incluye 34 iniciativas y fue elaborado por un grupo integrado por todas las áreas (públicas, privadas y academia).

Aunque es obvio que el tema de las TICs ha decaído en prioridad y en sex appeal, lo que se nota en la baja cobertura de prensa que tuvo este hecho, creo que este documente constituye un paso muy importante en los compromisos y definiciones que estábamos pidiendo al gobierno por muchos años. Los que hemos colaborado con los gobiernos de la concertación para empujar los temas del área en las agendas públicas, sabemos que esta historia viene de lejos y que ha costado mucho que el tema permee a la sociedad y entre en las agendas políticas. Es claro que nadie gana votos con estos temas y solo pueden perder al hablar de cosas que la gente no entiende (un tema que no le interesa a la gente, como diría Lavín).

Por eso mismo, creo que es un acto de valentía y coraje admirables el generar esta agenda, con metas concretas y plazos, que muy pocos votos le pueden ganar a la concertación y que mucho le pueden aportar al país. No es fácil para un gobierno en sus últimos años enfrentar estos desafíos y habría sido políticamente mucho más rentable ignorar estos temas y lanzar propuestas más cercanas a la gente.

Por otro lado, el tener una agenda concreta genera un blanco fácil de atacar, medir y cobrar. En esa línea, quisiera hacer un análisis crítico de las propuestas en sí, porque creo interesante lo que se puede concluir de ellas. La enorme mayoría son medidas de asistencialismo de base, tipo infocentros, mejorar el acceso, alfabetizar, etc. Eso muestra la precariedad de nuestro país y lo básico de las necesidades del área. Sin embargo, en el capítulo Despegue de la Industria TIC, hay algunas medidas de otro nivel como la 28: Fortalecer la promoción de la I+D en TICs. Vale la pena leer lo que dice. Aunque nunca la implementemos, es toda una novedad que esté en la agenda y, en mi opinión, es la medida que podría cambiar los destinos de Chile en materia digital.

Crear proyectos de investigación entre empresas y universidades, unir laboratorios y grandes empresas verticales creo que es una receta extremadamente poderosa para desarrollar el país. Sin embargo, es más fácil decirlo (o escribirlo) que hacerlo de verdad. Las parcelas, las rencillas, los egos, aparecen de inmediato: todos estamos dispuestos a crear ese centro, mientras esté a cargo nuestro, claro. Salir de esa trampa infantil es el máximo desafío que nos impone hoy esta agenda. Si nos resulta, tal vez estemos camino al desarrollo. Si no, seguiremos lamentándonos que nunca nos dieron las oportunidades que desperdiciamos.





Jose M. Piquer 2004-06-01