Ajedrez - André Danican Philidor

Los peones son el Alma del Ajedrez...

    Francoise André Danican Philidor nació en Dreux (Francia) el 7 de Septiembre de 1726 y a los seis años entró de paje en la Capilla Real de Versalles, en donde aprendió a jugar al ajedrez, mientras estudiaba su profesión de músico. En 1744 frecuentaba en Café de la Regence, en París, donde se reunían los más fuertes aficionados de la capital. Pronto adquirió fama, pues superó a todos, culminando su actuación con la victoria sobre Legal, campeón del Club.

    Dos años más tarde viajó por Holanda e Inglaterra y acrecentó su fama derrotando en londres al sirio Stamma que pasaba por ser el ajedrecista más fuerte, una vez desaparecido Greco. A partir de entonces, Philidor adquiere los honores de mejor jugador del mundo y su su fuerza llega a ser tan superior a la de sus adversarios que precisa conceder alguna ventaja de material para dar interés a la lucha.

    Otra circunstancia que llamó poderosamente la atención fue su habilidad para jugar simultáneamente a la ciega, modalidad introducida por él en exhibiciones ajedrecísticas y que causaron enorme asombro entre aficionados y profanos. Aunque sobresalió como músico, sus dificultades económicas le obligaron a que utilizara el ajedrez profesionalmente, y en 1749 publicó su famosa obre "L'Analyse du jeu des Echecs", que alcanzó una difusión insospechada. Con ella Philidor introduce en el campo ajedrecista el método analítico y crea una nueva teoría del juego de los Peones.

    Por primera vez, redacta una serie de consejos que bien pueden elevarse a la categoría de leyes o normas para el bien jugar. He aquí algunos de ellos:


    Igualmente a Philidor se le debe un Reglamento del Juego del Ajedrez, con lo que se pone la primera piedra para convertir un juego de salón en una competición deportiva.
    Continuó Philidor sus viajes recorriendo Holanda, y en 1760 se casó con la hija de un músico. En 1722 realizó nuevas visitas a Inglaterra, que repitió en 1792, y murió en 14 de Agosto de 1795 sin haber hallado  quien le venciera. Según Lasker, el único jugador de su fuerza, tal vez fuera el italiano Ercole del Río, pero nunca se arregló un encuentro entre ambos.