Gloriosa Menfis (parte IV)

Aquí en Menfis Egon volvía de su reflexión, se incorporaba muy despacio mientras interiormente concluía que todo lo que había observado era sólo un enlazante con fuerte delirio y con poderes psíquicos capaces de involucrarlo incluso a sí mismo en su fantasía, estaba casi convencido, pero había un detalle que lo seguía perturbando..., Egon sabía que los cuartos en donde recluyen a los enfermos están especialmente diseñados para que ellos no perturben el medio ambiente exterior, entonces Cómo fué que Mark influencio de esa forma tan extraña en el reloj del pasillo y en el de Terence, si estabn fuera de la habitación?, No... no pensaría en eso de nuevo; Egon quería convencerse de que era su imaginación dominada por los poederes irracionales de Mark que le hacían ver esas cosas; pero Egon estaba también fuera de la habitación... No. Ya tenía su conclusión y esa debía ser la verdadera, su mentalidad científica no podía traicionarle.
Así ensimismado en sus pensamientos Egon llegó a a su habitación, no notó que en el trayecto no se encontró con ninguno de sus colegas, todos parecían haber desaparecido; de todas formas aquello no le preocupaba. Entró y al ver su cama ésta le invitaba al reparador sueño, pues a pesar de haber descansado más de tres horas, su mente le exigía un respiro.
-"Qué hora es?" - Me pregunté al despertarme, con asombro comprobé que había dormido aproximadamente 12 horas; en todo caso no importaba, ya que ahora, como no tenía horario fijo nada me impedía dormir a gusto. Me levanté rápidamente y fuí a ver a Mark, estaba convencido de que al pasar este día con él y comprobarle que nada de lo que predijo ocurriría, le abortaría de una buena vez ese insistente delirio.
Al llegar a su cuarto lo encontré mirando al vacío exterior a través de los cristales de su habitación, ya habíamos cruzado la órbita de aquel planeta amarillo, así que no había realmente ya nada que observar hacia afuera que no fuese la negrura del espacio exterior. Mark al darse cuenta de que había llegado apoyó su dedo en el cristal como si indicase algo; quise hablarle, pero esa escena me enmudeció. Me acerque a la ventana y escudriñe el espacio plagado de débiles estrellas buscando lo que Mark indicaba, pero no hallé nada. Mark giró lentamente su cabeza y mirándome retiró su mano del cristal, y en ese instante, del lugar exacto donde apoyó su dedo, una luz titilante pareció acercarse y lentamente comenzó a agrandarse hasta que los típicos reflejos metálicos me indicaron que era una nave que venía directo a Menfis. Me quedé mirando inmóvil a Mark, y perdí completamente la noción del tiempo, hasta que por los altavoces escuché que me llamaban a la losa de aterrizaje para recibir a un nuevo enfermo. Me encaminé a la puerta y sólo pude decirle a Mark: -"Me debes una explicación." -, Mark sólo pestañeo lentamente.
Para llegar hacia la losa debía pasar por fuera de los demás cuartos de los otros enlazantes, inconcientemente me acercaba a ellos y miraba a través de los cristales polarizados de sus puertas, y noté que todos estaban como dormidos; además mis colegas corrían de un lado a otro, parecía que ésta era una emergencia grave, y por ende, sólo estaba yo disponible para recibir al nuevo enfermo. Seguí mi camino y pronto supe que todos los enlazantes habían entrado en coma simultáneamente...
Al llegar a la pista, la nave foránea ya había aterrizado pero sus tripulantes an no podían bajar de ella pues la plataforma que debía descenderlos desde la cámara de presurización se había trabado, sin querer ví la hora en mi reloj y eran las 2:02, Los dos hombres caminaron hacia mí y dejaron al enfermo en el suelo a uno de mis costados, sin siquiera saludar, me entregaron el documento de ingreso con toda la información de lo ocurrido, dijieron estar muy apurados y no fueron capaces de llevar la camilla a la enfermería. Se marcharon groseramente, y los ví subir en su nave e irse. Me agaché y observé al enfermo, estaba bastante herido y en estado de catatonia. Sentí que realmente no tenía necesidad de leer el documento, pero de todos modos le dí una mirada rápida:
"Base Estrella Polar 15/09/56 hora estelar 19:35
...
Nombre: Patrick A. Sterling W.
Código ADN: 268922505-Q
Cargo: Enlante activo clase G nivel 2a...
...víctima de un schock psíquico a las 12:17 del día 14/09/56.
Como resultado del ataque, el enlazante se autoagredió manifestando graves contusiones en la cabeza y tórax, amputación de los dedos meñique y anular de la mano derecha, pérdida del 30 por ciento de sangre, intento de suicidio al..."
Mi mano se relajó hasta el extremo en que dejé caer el papel, ahora si que todo era inevitable, Qué pasaría ahora?, sabía en que terminaría todo, pero Y mis recuerdos?, Qué pasaría con lo vivido y lo hecho?, sería como morir y nacer en un mundo nuevo, Pero yo no quiero morir!.
De pronto sentí que Patrick comenzaba a quejarse, trataba de hablar pero sólo podía escupir sangre semicoagulada; tuve que erguirlo un poco para que pudiera expulsar los fluídos acumulados y sólo entonces dijo forzando la voz: -"Ya seremos él..."-
Miré a mi alrededor y luego hacia el interior de las instalaciones, y vi como un centenar de personas venían caminando pausadamente hacia la losa, reconocí entre ellos a Maxwell, Ranthaal y Ursus, me levanté y observé como entre todos formaban dos círculos concentricos en el centro de la pista; Patrick trataba de incorporarse y de reojo noté que me extendía una mano para que lo ayudase a levantarse. Sin dejar de mirar lo que ocurría con los enlazantes lo ayudé y sentí la fría cicatriz de sus dedos cercenados y su sangre húmeda penetrar en mi piel. Antes de poder mirarme las manos; de lejos, como a unos 12 metros reconocí a Mark, me vió y sonrió con una gran paz que me inundó, levantó su brazo como acariciando el aire, y en ese instante sentí que algo me tocaba suavemente el rostro; sin dejar de mirarmos directamente a los ojos, Mark extendió lentamente su mano hacia mi y era como si una brisa suave penetrara mi mente; y concientemente comenzé a comprender lo que estaba viviendo y lo que tendría que pasar. Sin que nadie me lo indicase, ahora sabía que debía abandonar la pista y mantenerme fuera de los círculos, podía ver de lejos si así lo deseaba, y así lo hice.
Tras los cristales de la sala de control de la pista me quede a observar. Ya eran las 3 en punto, Mark, Patrick y el resto de los 331 enlazantes de Menfis ya estaban en la posición requerida, formando dos apretados círculos, mirando hacia afuera, comenzaron a entonar un acorde monótono y a la vez calamnte que desencadenaría las energías necesarias para comenzar a abrir el umbral. Poco a poco una especie de neblina brillante se condensaba en medio de los círculos y por sobre sus cabezas. Todas sus voces ahora sincronizadas atraían a él que fue una vez no-hombre desde otras dimensiones. Sentí que algo ardía en las palmas de mis manos; al verlas noté que la sangre con que Patrick me había manchado brillaba intensamente, tal como la neblina que se retorcía en el aire; y supe que con aquella sensación recibía el don que más deseaba en la vida, el don de mis sueños; y una alegría indescriptible invadió mi interior. La densa neblina se condensaba cada vez más y se hacía tambien más brillante, los enlazantes subieron el tono de sus voces hasta alcanzar un sonido hechido de energía, una vibración purificadora y profunda que me recordó el grito de Mark. Volteé hacia atrás y vi como se desconectaban y apagaban todos y cada una de los aparatos y luces de Menfis; de la galaxia; del universo.
De pronto el silencio más absoluto lo llenó todo, el tiempo se detuvo, nada vibró, se movió, mutó o destelló; la calma total se hacía presente. Ni un sólo átomo se perturbó en ese momento y allí fué cuando la paz del universo se manifestó invadiéndome y lo ví todo; ví el umbral abrirse, ví la imagen del creador encarnándose desde la niebla-luz, ví más allá de las fronteras permitidas, ví dimensiones prohíbidas para el ser humano y ví como él surgía dentro del círculo y entre brillantes haces de luz extendió su mano hacía mí y todo comenzó a brillar cada vez más hasta que la luz inundó mis ojos y sin poder resistirlo más tuve que cubrirme la cara con mis manos...
La luz del sol era intensa, pero siempre hacía un intervalo en mis labores para verla cruzar el cielo; cuando la divina silueta pasó delante del astro, pude retirar la mano de mis ojos, y secándome el sudor la veía allá, arriba, perfecta, ingrávida, Oh gloriosa Menfis, ciudad fuente!, me esfuerzo todos los días sólo para verte cruzar el cielo. La silueta de la ciudad flotante dejó atrás el potente sol y de nuevo volví a mi trabajo, esta vez debía arar la amarilla tierra para que mis compañeros la sembrasen; miré a mi alrededor allí estaban ellos, mis colegas y amigos, y ma's allá en la villa sus respectivas familias y la mía... Que maravilloso!, todo era perfecto y se sentía en el aire, nunca había sido tan feliz en mi vida; pero Cómo era mi vida antes?, Que estamos haciendo aquí? , Y Menfis?, no puede ser... no...
La desesperación me inundó, mi corazón se agitó tanto que desperté, jadeando y sudado; comprobé que de nuevo estaba en mi cuarto, que alivio... todo fué un sueño, y aquí estoy como siempre en la nave, ví el reloj y esta vez si es el día en que debía mostrarle a Mark lo equivocado que estaba. Miré todas mis cosas y me paré de la cama, estaba ya más tranquilo, pero en lo más profundo de mi interior sentía que algo dejaba, consideré seriamente la posibilidad de dejar esta rutina y sumirme en aquel paraíso, pero cómo podría?, todo fué un sueño; un hermoso sueño, lo admito, pero mi vida real está aquí; O no es así?. Cesé mis movimientos y escuché el silencio, era tranquilizador, pocas veces ocurría esto en Menfis, aquel ambiente me invitaba a reflexionar, caminé lentamente y dando vueltas en circulos comenzé a recordar las sensaciones de aquel sueño, en verdad eran fantásticas, realmente sentí la paz del universo, la promesa de E-weizz allá se vivía, acaso No era ese el paraíso?, O el nirvana?; parecía que sí, y yo lo había tocado...
Me acerqué a la ventana de mi pieza que estaba cerrada, volví a mirar detenidamente cada objeto del cuarto como si me despidiera de ellos, y cuando observé el reloj de nuevo ya no tenía doce divisiones..., sin pensarlo cerré los ojos y pleno de confianza tomé la ventana y la abrí... la luz del sol calentó suavemente mi cara, si; era cierto... y ahora sí que era para siempre. Salí corriendo hacía el exterior, sentía la brisa en mi piel, miré hacia atras y mi cuarto había desaparecido y sólo había un rastro de polvo amarillo que se desvanecía pesadamente. Corrí y corrí hasta llegar al borde de una meseta y ví hacía abajo el extenso valle, subí la mirada hacia el verdoso cielo y allí estaba Menfis; sentí mis sueños cumplidos, los tres; ahora tenía el don que tanto había deseado, vivía en mi propio planeta Egonia, consagrado a mí con todos sus secretos y riquezas, y el tercer deseo?, bueno... también lo sentía cumplido; volví al que sabía era mi hogar y allí estaba Terence parado de pie en el umbral saludándome. Ya era completamente feliz lo tenía todo y sabía lo que nadie más sabía en todo el universo; de cómo fue esto posible y por qué; soy el ser más privilegiado del universo y todo gracias a tí gloriosa Menfis!.
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