Frases y párrafos recogidos al azar

Pero si uno, como Fierro,
por ahí se larga opinando,
el pobre se va acercando
con las orejas alerta
y el rico vicha la puerta
y se aleja reculando.

Atahualpa Yupanqui, Coplas del Payador Perseguido


Si me tengo que morir
poco me importa aprender.
Y si no puedo saber,
poco me importa vivir.

Antonio Machado

La inteligencia [latino]americana es necesariamente menos especializada que la europea. Nuestra estructura social así lo requiere. El escritor tiene aquí mayor vinculación social, desempeña generalmente varios oficios, raro es que logre ser un escritor puro, es casi siempre un escritor "más" otra cosa u otras cosas. Tal situación ofrece ventajas y desventajas. Las desventajas: la llamada a la acción, la inteligencia descubre que el orden de la acción es el orden de la transacción, y en esto hay sufrimiento. Estorbada por las continuas urgencias, la producción intelectual es esporádica, la mente anda distraída. Las ventajas resultan de la misma condición del mundo contemporáneo. En la crisis [...] la inteligencia americana está más avezada al aire de la calle; entre nosotros no hay, no puede haber torres de marfil. Esta nueva disyuntiva de ventajas y desventajas admite también una síntesis, un equilibrio que se resuelve en una peculiar manera de entender el trabajo intelectual como servicio público y como deber civilizador.

Alfonso Reyes, Notas sobre la inteligencia americana (1936)

Las sociedades europeas saben que tenemos volcanes, terremotos, indios salvajes, caimanes, ríos inmensos, estupendas montañas, mosquitos, calor y fiebres en las costas y los valles húmedos, boas y mil clases de serpientes, negros y mestizos y una insurrección o reacción mañana y tarde. Saben también que producimos oro y plata, quinas y tabaco y mil otros artículos de comercio. [...]
El mundo europeo ha puesto más interés en estudiar nuestros volcanes que nuestras sociedades, conoce mejor nuestros insectos que nuestra literatura, más los caimanes de nuestros ríos que los actos de nuestros hombres de Estado, y tiene mucha mayor erudicción respecto del corte de las quinas y el modo de salar los cueros de Buenos Aires que respecto de la vitalidad de nuestra democracia infantil.

J. M. Samper, 1861 (citado por J. V. Lastarria, La América, cap I.)

Ella sirve té y pan con mortadela en una mesa con mantel de plástico. [..] Matan unas tardes iguales a otras. En los cerros no hay nadie [..] un territorio despoblado: matas de espino, maleza, algún árbol que da sombra. Desde ahí se puede ver la extensión del pueblo [..] El pueblo era una distancia que podíamos recorrer en bicicleta [..] una ciudad cuya modernidad alcanzaba apenas para un par de cuadras [:] el centro, que era una versión en miniatura del mundo. [..] En el cine, todos escupimos desde la galería a la platea. [..] un cine lleno de ratas, acechados por los murciélagos y las pulgas [..] A veces, el calor hacía que el cielo adquiriera una pesadez insoportable [..] en medio del polvo pegajoso que se levanta en la provincia con el sol de las doce, esa tierra suelta de pichanga de barrio, que se pega al cuerpo [..]

En recuerdo de Mateo (entrenador y maestro en el club de fútbol Pérez Castro, héroe anónimo de provincia). Prestado de Ruido (2012) de Alvaro Bisama

Nadie libera a nadie, ni nadie se libera solo. Los hombres se liberan en comunión.

Paulo Freire (Pedagogía del Oprimido, 1968)

Ninguno de nosotros puede salvarse solo; o nos perdemos juntos o salimos de esta juntos. (Aucun de nous ne peut se sauver seul; il faut que nous nous perdions ensemble ou que nous nous tirions d'affaire ensemble.)

J. P. Sartre (Huis Clos, 1944)

El que aspire a una sociedad diferente no tendrá inconvenientes en imaginar una manera de hacer ciencia muy distinta de la actual. Más aún, no tendrá más remedio que desarrollar una ciencia diferente. En efecto, la que hay no le alcanza como instrumento para el cambio y la construcción del nuevo sistema.

Oscar Varsavsky, 1969 (Ciencia, Política y cientificismo)

Esperar, esperar en una esquina,
encender un cigarrillo
y escuchar con asombro, con miedo, con nostalgia
la música amontonada del mundo.

Raúl González Tuñon, 1930 (Todos Bailan)

[...] las imágenes como signo fundamental.

Raúl González Tuñon, 1969 (La veleta y la antena)

Una poesía impura como un traje, como un cuerpo, con manchas de nutrición, y actitudes vergonzosas, con arrugas, observaciones, sueños, vigilia, profecías, declaraciones de amor y de odio, bestias, sacudidas, idilios, creencias poliíticas, negaciones, dudas, afirmaciones, impuestos.

Caballo verde para la poesía, 1935.

¿Por qué [el título] La palabra del mudo? Porque en la mayoría de mis cuentos se expresan aquellos que en la vida están privados de la palabra, los marginados, los olvidados, los condenados a una existencia sin sintonía y sin voz. Yo les he restituído ese hálito negado y les he permitido modular sus anhelos, sus arrebatos y sus angustias.

Julio Ramón Ribeyro (carta al editor, 1973)

Para los científicos del Tercer Mundo, la aplicación de la ciencia a la superación del subdesarrollo representa uno de los desafíos morales e intelectuales más grandes de la historia.

Amílcar Herrera, Ciencia y política en América Latina (1971)

Ayer ser trataba tan solo de hacer experiencias al nivel de la naturaleza circundante para descubrir en ella principios y potencias que, con astucia, podían ser colocados al servicio del hombre. Hoy se trata de rehacer lo humano, de desmontar y volver a montar al propio hombre, actor de tantas hazañas, para recargar sus baterías emocionales gastadas, a fin de reviabilizar su capacidad de actuación como agente de la historia.

Darcy Ribeiro, Venutopías 2003 (1973)

La monopolización del saber como instrumento de dominio y privilegio social es tal vez una de las alienaciones más graves de cuantas emanaran de la estratificación de la sociedad en clases. La división de los hombres en señores y siervos, en campesinos y ciudadanos, en cualquiera de sus variantes, vino acompañada de la división del saber en dos estratos. El saber vulgar que instruye al hombre común para desempeños corrientes, y el saber erudito de los ilustrados, de los profesionales liberales y de los tecnócratas. El humano resultante de esa división se dividió también en su conciencia. [...] Pocas dudas existen de que esa alienación de la conciencia también puede ser superada. Para ello será indispensable, no obstante, que se complete y se supere el proceso de estratificación social que tuvo inicios hace unos pocos miles de años, creándose sociedades sin clases en las cuales se reemplace el antagonismo señor-servidor, la oposición rural-urbano y el contraste obrero-intelectual. Una vez conseguido eso se extinguirá el monopolio del poder y, con él, el privilegio del saber y la degradación de la inteligencia.

Darcy Ribeiro, Venutopías 2003 (1973)

Yo no soy maestro. Qué pretensión voy a tener de sentirme maestro, sentirme artista cuando voy caminando todos los días y veo la gente que está con la pala y veo los otros que están en un negocio laborando y otros que están barriendo la calle. Yo me siento igual.

Osvaldo Pugliese, 1990

Nada podriamos hacer que fuese, en verdad, válido, si nos limitáramos a la propagación y adelanto de las ciencias, prescindiendo de honrar y tener con nosotros el soplo creador que les da vida y que, desde las más hondas regiones del ser humano, alienta imprevisiblemente las creaciones del arte, del saber, de la técnica. No es posible educar para una vida superior, ni es posible estimular el libre conocimiento de los arcanos del mundo o los poderes inventivos de la mente, sin mantener comunicacion con la universalidad del genio humano, que nos asegura que la existencia es más que un simple sueño que nada significa.

Luis Oyarzún, Temas de la Cultura Chilena.

El alma cabe en un verso mejor que en un universo

Delmira Agustini, cit. por Gabriela Mistral

Hoy me gusta la vida mucho menos,
pero siempre me gusta vivir; ya lo decía.
Casi toqué la parte de mi todo y me contuve
con un tiro en mi lengua detrás de mi palabra.

El tormento empero de esta mutilación, de esta cirugía brutal de la muerte, no consiste para mí, precisamente, en la separación, en el dolor atroz que trae aparejado; consiste, sobre todo, en una idea irremovible, indescepable, que pesa sobre mi corazón y gravita sobre mi alma despiadadamente: la idea de que la vida, en cuyos brazos no somos más que míseras briznas de heno, ha de recobrar por fuerza sus fueros y me ha de traer por fuerza el olvido.

Palabras prestadas a la muerte de mi padre. (Tomadas de César Vallejo y Amado Nervo.)

Las ventanas se han estremecido, elaborando una metafísica del universo. Vidrios han caído. Un enfermo lanza su queja. La familia rodea al enfermo agrupándose ante sus sienes regresivas, indefensas, sudorosas. Ya no existe hogar sino en torno al velador, donde montan guardia impaciente, sus zapatos vacantes. Una mujer acomoda en el borde de la mesa, la taza, que casi se ha caído. Ignoro lo que será del enfermo esta mujer, que le besa y no puede sanarle con el beso, le mira y no puede sanarlo con los ojos, le habla y no puede sanarle con el verbo. ¿Es, simplemente una mujer? La muerte se acuesta al pie del lecho, a dormir en sus tranquilas aguas y se duerme. La queja asalta síncopes de gran compositor, golletes de carácter, que nos hacen cosquillas de verdad, atroces, arduas, y, cumpliendo lo prometido, nos hielan de espantosa incertidumbre. ¿Donde está, pues, el otro flanco de esta queja de dolor, si, a estimarla en conjunto, parte ahora del lecho de un hombre?
!No es grato morir, señor, si en la vida nada se deja y si en la muerte nada es posible, sino sobre lo que se deja en la vida!
!Es grato morir, señor, si en la vida todo se deja!

25 de febrero de 2019. (Pichicateado de César Vallejo, Las ventanas se han estremecido...)

Pen wedake pinu
purumeken wente ngenochi ko
Pen
chumechi
ñi nümameken kay kay
inche trufken.
Veo
ejércitos de pinos
bailando sobre los restos del estero
y camiones blindados
empolvando las espaldas
de Kai-Kai.

A la memoria de los robles y montañas maulinas que labraron a mi padre
(Prestado de Leonel Lienlaf, Wedake dungu / Imágenes, 2003)

Tengo confianza. Vivo más tranquilo, camino por mis días con menos recelo. Pero no olvido que la vida y todas sus grandes cosas son eternas y momentáneas, y que de pronto en un instante podemos quedarnos ciegos en medio de la luz, muertos en medio de la vida, solos en medio del amor.

Pedro Salinas (carta a Katherine Prue Reding, 1933)

[...] concibo la poesía como un puente colgante entre la conciencia de nuestra precariedad humana y el anhelo de una existencia más alta; un asomarse a las bocacalles de lo humano, allí donde se dan cita el deseo y la palabra, la naturaleza y la historia, la imaginación y la lucidez, la libertad y el rigor, lo cotidiano y lo trascendental.

Eduardo Llanos Melussa (Esbozo de poética, 1994)

En los países del Sur el oficio de cartógrafo se desdobla: además de mapas que dibujen la tierra descubierta se necesitan cartas de mar, o sea, de navegación por mundos aún ignotos. En el campo intelectual --incluyendo ahí el académico-- esa tarea halla una de sus figuras claves en el oficio de lector, el de un lector que, sin menospreciar el placer de la lectura, apuesta hacia una lectura-trabajo de reconocimiento cultural. Pues resulta que la investigación social padece aún, en nuestros sureños países, de un fortísimo tropismo que la tuerce a mirar hacia el norte impidiéndola verse en lo que por aquí se investiga y se escribe.

Jesús Martín-Barbero (El oficio de Cartógrafo, 2002)

¿Qué es lo estrictamente humano en el humano? [...] Se han ensayado muchas respuestas [...] Todas ellas coinciden en un hecho que, fuera de nuestro complejo de superioridad, no es obvio: el atributo que hace a la diferencia es uno que el humano tiene y del que los animales carecen. No se piensa siquiera que podría ser al revés, que es el humano quien carece de algún atributo animal.

Julio Moreno (Ser humano, 2002).

Não procures verdade no que sabes
Nem destino procures nos teus gestos
Tudo quanto acontece é solitário
Fora de saber fora das leis
Dentro de um ritmo cego inumerável
Onde nunca fui dito nenhum nome

Sophia de Mello Breyner Andresen (Poemas de um libro destruido)

La Historia habilita para la construcción racional de la identidad. La Memoria y la Tradición aisladas por lo general solo sirven para legitimar el orden establecido. La Historia siempre es razón crítica.

José Pedro Barrán (s/f, en "Epílogos y legados").

El hombre tiene esa cosa diabólica que es la inteligencia. Y con ella hace tratados y filosofías y queda Grande, Intocable, en medio de las cosas que existen. Odio ese poder que nos ha dado el demonio. Aborrezco ese poder que nos ensalza y nos niega.

José Revueltas (Mi temporada en el infierno, 1939).

El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona

Friedrich Holderlin (Hiperió, 1797).

Mucho se ha escrito y dicho sobre el significado histórico de la socialización de los medios de producción. En lo que no se ha meditado con el rigor y severidad que merece es en la socialización universal de los instrumentos de destrucción

José Revueltas, 1964.

el sello del hastío es sagrado. El animal que no se ha asqueado, de un hastío mayor, no entiende nada.

Gonzalo Rojas (Conversación con Naín Nómez, septiembre de 2009).

Eran sus ojos de cielo
El ancla más linda
Que ataba mis sueños

Homero Expósito (Qué me van a hablar de amor 1946).

Mr. Hoover, mal informado a pesar de sus veintiún embajadas, no sabe que el hombrecito Sandino, montuno, plebeyo e infeliz ha tomado como un garfio la admiración de su raza, excepto uno que otro traidorzuelo o alma seca del sur. [...] Porque la identificación ya comienza, y a la muerte de Sandino se hará de un golpe quedándose en bloque. El guerrillero es, en un solo cuerpo, nuestro Páez, nuestro Morelos, nuestro Carreras y nuestro Artigas. La faena es igual; el trance es el mismo.

25 de noviembre de 2016. (Tomado prestado de: Gabriela Mistral, La cacería de Sandino, 1931.)

Parecéis hombres simples y dóciles y engáñanse mucho los que no os conocen y tratan, porque es cierto que sois los mayores simuladores, engañadores y falsos cristianos que en el mundo hay [...] Lo que no queréis saber decis que no lo entendéis y que no es negocio para la bajeza de vuestros entendimientos [..] Todos los hombres defienden sus sectas y ritos con razones cuales ellos las entienden, y todos arguyen unos con otros y oyen la razón y verdad de lo que les dicen y enseñan. Solo vosotros calláis vuestra secta y creencia con un silencio tan inviolable que apenas os hemos entendido lo que creiades; tanto secreto habéis guardado en esto que dais bien a entender que lo que hacéis por que no os podamos entender, ni arranquemos las raíces de vuestra falsa idolatría. [..]
Maldito callar y maldito silencio, es el vuestro, que parece que callados estáis rendidos y sujetos a la verdad de lo que os predicamos, y que concedéis lo que os decimos, y este vuestro callar obra en contrario. Calláis como ofendidos y enojados, porque os contradecimos vuestra idolatría; casi como quien se quiere vengar y como quien no quiere tomar ni dar razon de lo que le dicen.

Pedro de Quiroga, Coloquios de la Verdad, IIII, Reino del Piru, 1571.

¡Así pues, [afirman los discípulos de Pangloss,] la pérdida del rumbo en pleno océano (porque la ciencia solo sirve, y admirablemente, eso sí, para la navegación costanera por los litorales de lo conocido), la intuición invencible de la inmensidad de lo desconocido, la ocultación de la antiquísima estrella polar que se llamaba la Religión, el enloquecimiento de la aguja de marear que se llamaba la conciencia libre, no son motivo de suprema angustia, no son capaces de trascender a toda nuestra sensibilidad y de enlutar la lira, como asombran el alma con la más densa de las sombras!

Justo Sierra (Prólogo a Poemas de Manuel Gutiérrez Nájera, 1896).

La ciencia, la experiencia prolija del caduco globo, levanta el velo de Maya, y en lugar de las desnudeces impecables y sagradas perfecciones de la diosa, surge la razón física de los fenómenos. El misterio de que se nutren las religiones, se rompe como un hechizo al influjo de un conjuro eficaz. Las Iglesias, las vírgenes violadas por el Saber, amarillean y enferman, y con ellas palidece en el mundo la estrella del reino espiritual.

Carlos Reyles (La muerte del Cisne, 1910)

Dios muere y los dioses resucitan. Otra vez reanúdase, con más ahinco y encono, el duelo a muerte del espíritu y la materia, del alma y del cuerpo, de la razón y del instinto. [...] Y aquí se produce la transmutación de valores que indujo al gran revolucionario de la filosofía a oponer con magnífica pompa verbal y mefistofélico empaque, lo que nadie osó: a la pequena inteligencia del cerebro, la grande inteligencia del instinto;

Carlos Reyles (La muerte del Cisne, 1910)

La Razón es esencialmente guerrera y dominadora. Las ideas no son vírgenes tímidas de albas manos y blando corazón, mas intrépidas amazonas que en los riscosos campos de la conciencia, toman feudales castillos; entran a saco villas y ciudades; incendian, matan, destruyen los templos y las mieses, y hacen prisioneros y esclavos. Una modesta, una humildísima sensación se introduce a hurto en el receptáculo misterioso de la célula nerviosa; sigilosamente se atrinchera alli; congrega, muy luego, en torno suyo otras sensaciones hermanas y al mismo tiempo combate y destruye poco a poco, pero tenazmente, las sensaciones antagónicas: así dilata sus zonas de influencia a los centros nerviosos; conquista después de muchias maniobras prolijas, las fuertes posiciones de los lóbulos cerebrales; invade los dominios del alma, haciendo riza y estrago de todo lo que se opone a su marcha triunfante, y sale, por fin, en son de guerra, audaz y avasalladora al mundo exterior paratransformarse, ejerciendo las mismas violencias, en hechos reales e imperar sobre otros hechos.

Carlos Reyles (La muerte del Cisne, 1910)

Es el dolor de todos los hispanoamericanos que aunque hereden por el estudio y aquilaten con su talento natural las esperanzas e ideas del universo, como es muy otro el que se mueve bajo sus pies que el que llevan en la cabeza, no tienen ambiente ni raíces ni derecho propio para opinar en las cosas que más les conmueven e interesan, y parecen ridículos e intrusos si, de un país rudimentario, pretenden entrarse con gran voz por los asuntos de la humanidad, que son los del día en aquellos pueblos donde no están ya las primeras letras como nosotros, sino en toda su animación y fuerza. Es como ir coronado de rayos calzado con borceguíes. Este es de veras un dolor mortal y un motivo de tristeza infinita.

José Martí (Homenaje a J. M. Heredia,1888)

La propiedad y la lengua delimitaban la clase dirigente. [... Por ello, el proyecto de] Simón Rodríguez reconocía al pueblo un doble derecho: a la propiedad y a las letras.

Angel Rama (La ciudad letrada, 1984)

A las ciudades competía dominar y civilizar su contorno, lo que se llamó primero "evangelizar" y después "educar". Aunque el primer verbo fue conjugado por el espíritu religioso y el segundo por el laico y agnóstico, se trataba del mismo esfuerzo de transculturación a partir de la lección europea. Para esos fines, las ciudades fueron asiento de Virreyes, Gobernadores, Audiencias, Arzobispados, Universidades y aun Tribunales inquisitoriales, antes que lo fueran, tras la Independencia, de Presidentes, Congresos, siempre Universidades y siempre Tribunales. Las institutiones fueron los obligados instrumentos para fijar el orden y para conservarlo, sobre todo desde que en el siglo XVIII entran a circular dos palabras derivadas de orden, según consigna Corominas: subordinar e insubordinar.

Angel Rama (La ciudad letrada, 1984)

La operación de pensar es la práctica de articular ideas hasta que ellas estén en las palabras precisas.

H. Northrop Frye (Entrevista en Columns, 1985)

El objetivo de las humanidades es nutrir la capacidad de articular. La articulación construye la comunidad humana. La manera más segura de destruir la libertad es destruir la capacidad para articular libremente. [...] Enseñar las humanidades es, por lo tanto, un trabajo militante.

H. Northrop Frye (Entrevista en Columns, 1985)

Desgarrada sombra proletaria, su actitud empujaba multitudes de muchedumbres, contra la propiedad y la propiedad de la propiedad y la propiedad de la propiedad de la propiedad, mordiendo el animal de la riqueza, el alacrán de la riqueza, hundido en los corazones podridos; azotaba al publicano, al hipócrita, al fariseo, amasado con barro sagrado, y, una gran lengua eterna, como un cogote degollado, ladraba y bramaba hacia el Imperio, enorme, pariendo los cimientos venideros, la profecía infinita de la rebelión, negra, turbia, pujante, torva, arrasada de canciones enlutadas, el latigazo de la justicia definitiva, el puñetazo del herido y del maldito;

Pablo de Rokha (Jesucristo, 1933)

Soy un hombre común, soy un hombre del montón, que, por circunstancias especiales, pudo librarse de ser dominado económica y mentalmente por tenazas sociales que, en beneficio de unos pocos privilegiados, mantienen en la pobreza y la ignorancia a la multitud, para conservarla a su servicio.
La historia de Chile, como la ha escrito un hombre de tanto talento como el Sr. Encina, la literatura chilena, con hombres tan eminentes, la filosofía que se enseña en nuestras cátedras, la orientación de nuestra prensa, crean y fomentan la idea de que el mundo está dividido en dos grandes grupos: uno inmenso, de tontos, y otro pequeño de hombres inteligentes, y que la misión de los tontos es trabajar, producir, sudar, sufrir, para que los otros vivan sin sudar y sin sufrir. Pero yo, que soy uno de los tontos, uno de la multitud, descubrí, con mi experiencia personal, que mucho de lo que se llama tontera es ignorancia, y mucho de lo que se llama inteligencia es conocimiento, y que la manera de dejar de ser tonto es dejar de ser ignorante.

Tancredo Pinochet (Autobiografía de un tonto, 1950)

La gente de orden no tiene normalmente ojos para descubrir lo original; tiene empero un instinto infalible para presentir lo que les es hostil.

Stefan Zweig (La lucha contra el demonio. Nietzsche.)

¿Hemos de producir gente enferma para tener una economía sana?

Erich Fromm, 1970 (En La Revolución de la Esperanza)

Hubo una concatenación sincrónica de golpes militares en toda América Latina, con ministros de economía y militares a su servicio criados en las mismas dos escuelas, la de Milton Friedman y la de las Américas, respectivamente. Esos tipos están muy presentes hoy. Entre estos tipos y yo hay algo personal.

Luis Puenzo, 2016 (entrevista de R. Barreiro)

Podría iniciarse una buena biblioteca omitiendo los libros de Jane Austen. Aunque esa biblioteca no incluyera ningún otro libro sería mejor que muchas otras por no incluir a Jane Austen.

Jane Austen es el único verdadero equivalente de Hegel en la literatura: Orgullo y Prejuicio es la Fenomenología del Espíritu literaria, Mansfield Park la Lógica y Emma, la Enciclopedia...

Borges traduciendo a Mark Twain (arriba); Slavoj Zizek (abajo)

Hai en nosotros un desidioso abandono, una neglijente incuria que en valde querria disculparse, una carencia casi absoluta de espiritu nacional, que ejerce su influencia harto notoria en nuestro progresivo desarrollo. [...] nuestro actual modo de ser, servilmente amoldado no a la exijencia nacional, sino al antojjo de sociedades extranjeras que han inoculado en nosotros un espiritu bastardo, puesto que no es el fruto espontaneo de nuestra organizacion. [...] somo Americanos i sin embargo de todo esto no pensamos, no discutimos, no obramos, no escribimos sino europeamente.

Joaquin Blest Gana. 1848. (En Revista de Santiago, tomo II).

La erroneas ideas que sobre el caracter social de la mujer profesaron nuestros abuelos, no se han del todo estirpado [...] Nuestras madres, temiendo que el perfecto desarrollo de la intelijencia de sus hijas llenase nuestros salones de estiradas blue stockings (literatas, doctoras), han limitado el imperio de la mujer al reducido mundo de los trajes, teatros i bailes.

JoaquinBlest Gana. 1848. (En Revista de Santiago, tomo II).

Guardaos de las verdades; no hay mala fe en sus rostros sonrientes, pero se han olvidado de que deben su reino, su cetro y su corona a una antigua victoria de la fuerza.

Rafael Sánchez Ferlosio (2002. La hija de la guerra y la madre de la patria)

Por la calle voy buscando la humedad de la razón

Enrique Ballesté (Jugar a la vida)

Art. 11.- Todo ciudadano debe poseer un oficio manual (art mécanique).
Art. 14.- Necesariamente debe cesar toda acepción de color entre los hijos de una sola y misma familia donde el Jefe del Estado es el padre; a partir de ahora los Haitianos solo serán conocidos bajo la denominación genérica de Negros.

Constitución imperial de Hatí, 20 de mayo de 1805.

Art. 3.- No pueden existir esclavos en este territorio, en el que la servidumbre ha sido abolida para siempre. En él, todos los hombres nacen, viven y mueren libres y franceses.
Art. 4.- Todo hombre, cualquiera sea su color, es aceptado en todos los empleos.
Art. 5.- No existe más distinción que la de las virtudes y el talento, ni otra superioridad que la que otorga la ley en el ejercicio de una función pública. La ley es igual para todos, ya sea que castigue o proteja.

Constitución de la Colonia de Santo Domingo [hoy Haití], 1801. (Proclamada por la Asamblea Central, y firmada por Toussaint Loverture).

La ciencia, por su índole misma, solo puede decir lo que es, lo que era, o lo que será, y no lo que debería ser.

J. B. S. Haldane, 1928 (Ciencia y Ética)


Yo sé qu'en el pago me tienen idea
porque a los que mandan no les cabresteo;
porque dispreciando las güeyas ajenas
sé abrirme caminos pa dir ande quiero.

Porque no me han visto lamber la coyunda
ni andar hocicando p'hacerme de un peso,
y saben de sobra que soy duro'e boca
y no me asujeta ni un freno mulero.

Porque cuando tengo que cantar verdades,
las canto derecho nomás, a lo macho,
aunq'esas verdades amuestren bicheras
ande naide creiba que hubiera gusanos.

Porque al copetudo de riñón cubierto
-pa quien n'usa leyes ningún comisario-
lo trato lo mesmo que al que solo tiene
chiripá de bolsa pa taparse'l rabo.

Porque no m'enyenan con cuatro mentiras
los maracanases que vienen del pueblo
a elogiar divisas ya desmerecidas
y'hacernos promesas que nunca cumplieron.

Porque cuando truje mi china pal rancho
me olvidé que hay jueces p'hacer casamientos,
y que nada vale la mujer más güena
si su hombre por eya no ha pagao derecho.

Porque a mis gurises los he criao infieles
aunqu'el cura grite qu'irán al infierno,
y digo ande cuadre que pa nada sirven
los que solo viven pirichando el cielo.

Porque aunque no tengo ni en qué cáirme muerto
soy más rico qu'esos que agrandan sus campos
pagando en sancochos de tumba reseca
al pobre pión, qu'echa los bofes cinchando.

¡Por eso en el pago me tienen idea!
¡Porqu'entre los ceibos estorba un quebracho!
¡Porque a tuitos eyos les han puesto marca
y tienen envidia de verme orejano!

¿Y a mí qué m'importa? ¡Soy chúcaro y libre!
¡No sigo a caudiyos ni en leyes me atraco!
¡Y voy por los rumbos clariados de mi antojo
y a naides preciso pa ser mi baquiano!

Serafín J. García, 1935 (Orejano)

[...] una parte muy importante de cuanto ocurre en las comunicaciones verbales, incluso el contenido mismo del mensaje, permanece ininteligible en tanto no se tome en cuenta la totalidad de la estructura de relaciones de poder presente, aunque invisible, en el intercambio.

P. Bourdieu, 2008 (Una invitación a la sociología reflexiva)

Árbol sin raíces no aguanta parado ningún temporal.

Larbanois & Carrero (Santamarta).
[cf. "Las tormentas hacen que los árboles tengan raíces más profundas." Anónimo]

Y no me pregunte más de pintura y de pintores, pues estoy en otra cosa. Con la mejor voluntad y comprensión, ?qué podrá hacerse, con estos ejemplos, que no sea una imitación o un reflejo de Europa? Hay que hacer otra cosa. Y lo primero, pensar que estamos en América y que ésta tiene una tradición.

Joaquín Torres García, 1939 (conversación con J. C. Onetti).

...se mostró pesismista respecto de la generación actual: dice que a sus clases no van, no atienden [...] que en cambio, los hombres de su tiempo habían estudiado mucho...

Pedro Henríquez Ureña, conversación con Enrique José Varona en 1911 [Notas de Viaje].

La poesía requiere una larga iniciación como cualquier deporte, pero hay en la verdadera poesía, un perfume, un acento, un rasgo luminoso que todas las criaturas pueden percibir. Y ojalá sirva para nutrir ese grano de locura que todos llevamos dentro, que muchos matan para colocarse el odioso monóculo de la pedantería libresca y sin el cual es imprudente vivir.

Federico García Lorca, 1934 (Presentación de P. Neruda)

El arte consiste en estar cerca de la gente; ser famoso consiste en estar distante.

Leandro Firmino, actor (Cidade de Deus), 2013.

Terra de fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada rosto igualdade
O povo é quem mais ordena

Zeca Afonso, 1974.

Llegar con una milonga y las cuerdas bien templadas
hasta aquel poblao perdido en el medio de la nada
y decir: aquí estoy yo para lo que el pueblo mande
que poco vale el cantor si no sabe a quien cantarle

Larbanois & Carrero (de un cantor y su guitarra)

Alfabeto sí. Pan del alma. [...] Pero, al lado, y antes, pan del cuerpo; algo de bienestar, algo de alegría en el vivir físico. Lo uno va con lo otro, y como el bienestar no llueve del cielo, hay que solicitarlo desde el suelo mediante un juego de técnicas cuya base es el abecedario."

Alfonso Reyes, Reflexiones sobre el mexicano, 1944.

Después de un trabajo muscular intenso, toda comida es ambrosía pura. Los oficinistas y los intelectuales desconocen ese placer. Y si luego de comer uno se echa en el suelo y recibe el calor de la tierra en el pecho y el vientre, en torno alienta el nirvana.

José Santos González Vera, 1950 (Cuando era muchacho, 67)

No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos.

Federico García Lorca. En discurso al inaugurar la biblioteca de su pueblo, Fuente de Vaqueros (Granada), septiembre 1931.

Hay un hambre que es tan grande como el hambre de pan. Y es el hambre de la injusticia, de la incomprensión. Y la producen siempre las grandes ciudades donde uno lucha, solo, entre millones de hombres indiferentes al dolor que uno grita y ellos no oyen.

Enrique Santos Discépolo (citado por Sergio Pujol, Discépolo, una biografía argentina.)

Los pueblos son siempre anteriores a la academia. Los pueblos claman, gritan, ríen y lloran sin moldes.

Enrique Santos Discépolo (citado por Sergio Pujol, Discépolo, una biografía argentina.)

As almas são incomunicáveis.
Deixa o teu corpo entender-se com outro corpo.
Porque os corpos se entendem, mas as almas não.

Manuel Bandeira, Arte de amar, 1948.

Nuestra época industrial, pero sin quilates espirituales; esta época en que andamos más a prisa y más a prisa hacemos todo, pero en que somos mucho menos hombres que los abuelos, porque tenemos miedo de la vida, suele proporcionarnos un pretexto para ultrajar al pasado: aquellas gentes no conocieron ciertamente el aeroplano ... decimos, sin pensar que, en cambio, su pensamiento era águila que se cernía tranquila en el espacio, en tanto que el nuestro se arrastra entre el cocido, la concupiscencia, el billete de Banco.

Amado Nervo, Nueva escuela literaria, agosto 1909.

Aquel arte funesto que inventó la ambición y que hizo necesaria la propia seguridad: las horrendas armas, cuya fuerza consistía en la fiereza y el ímpetu, y cuyos efectos eran tan inesperados como estupendos; que hacía desaparecer de la faz del globo los imperios y que confusamente inundaba los campos y los mares de estragos y sangre [...]

Manuel de Salas, 1805 (obras, t.I, p. 624).

Obispos buhoneros,
volved las baratijas a su sitio:
los ídolos al polvo
y la esperanza al mar.

León Felipe, El Hacha, elegía española, VI, 1939.

la Tierra es un dado roído y ya redondo a fuerza de rodar a la aventura

César Vallejo, Los heraldos negros, 1918

"...la gente de esa región no es muy conversadora, y los que más saben no quieren hablar para no pasar por mentirosos."

Jorge Amado (en Teresa Batista).

"Y si los virreyes, presidentes y gobernadores averiguaren que algunos [vagabundos ociosos y sin empleo] son incorregibles, inobedientes o perjudiciales, échenlos de la tierra y envíenlos a Chile, a Filipinas u otras partes..."

Felipe II, instrucción de Virreyes de 1595.

Tupi or not tupi, that is the question.

Oswald de Andrade (Manifiesto Antropófago, 1928)

Quienes tienen un libro favorito no han leído mucho.

Joseé Saramago (entrevista, Nov 2005).

Hay que estar siempre ebrio. Todo está allí: es la única cuestión. Para no sentir el horrible fardo del tiempo, que rompe vuestros hombros y os inclina hacia la tierra, hay que embriagarse sin cesar.
?Pero de qué? De vino, de poesía o de virtud, a vuestro gusto.

Ch. Baudelaire (El Spleen de Paris, 1869)

nos une con la raza de ayer, sin hablar de sangres, la comunidad del esfuerzo por domeñar nuestra naturaleza brava y fragosa; esfuerzo que es la base de la historia. Nos une también la comunidad, mucho más profunda, de la emoción cotidiana ante el mismo objeto natural. El choque de la sensibilidad con el mismo mundo labra, engendra un alma común.

Alfonso Reyes (Visión de Anahuac, 1915)

Webear humanum est

Nicanor Parra,

Y tú quieres oír, tú quieres entender. Y yo
te digo: olvida lo que oyes, lees o escribes.
Lo que escribo no es para ti, ni para mí, ni
para los iniciados. Es para la niña que nadie
saca a bailar, es para los hermanos que
afrontan la borrachera y a quienes desdeñan
los que se creen santos, profetas o todopoderosos.

Botella al mar, Jorge Teiller, 1985.

El pensamiento se abre por su propia fuerza el cauce por donde ha de correr, y esta fuerza es la salvaguardia verdadera y única de las lenguas, las cuales no se ductilizan y perfeccionan por obra de los gramáticos, sino por obra de los pensadores que de ella se sirven. [...] Creo, señor, peligroso para un sudamericano la aceptación de un título dispensado por la Academia Española.

Juan María Gutiérrez, 1875, al rechazar el diploma de miembro correspondiente de la Real Academia Española.

El encuentro con aquella alegre mujer debió ser el toque sutil, complejísimo que mi cuerpo y mi alma necesitaban, para recuperar el roto vínculo con todas las cosas. Cuando ese vínculo se hacía intenso podía transmitir a la palabra la materia de las cosas.

Escribimos por amor, por goce y por necesidad, no por oficio. Eso de planear una novela pensando en que con su venta se ha de ganar honorarios, me parece cosa de gente muy metida en las especializaciones. Yo vivo para escribir, y creo que hay que vivir desincondicionalmente para interpretar el caos y el orden.

Charlaba con Roberto en un estado de confianza, amigos, que es una de las formas más raras de ser feliz.

José María Arguedas, El zorro de arriba y el zorro de abajo. guatacondo

La Historia de América no es una especialidad de la Historia. Sus márgenes están engarzados con toda la amplitud de la Economía-mundo.

Alvaro Jara / Antonio García Barquero (Nuestro hacer de la Historia, 1995)

Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;

Juana Inés de la Cruz

La felicidad consiste en no tener nada que esconder. A mí no me falta nada, pero tengo muchas cosas escondidas. Y tú también. Todos saben donde les aprieta el zapato. En realidad, el término apropiado es ocultar, no esconder, que no es lo mismo, porque esconder es un acto.

Tito Fernández, "el Temucano" (En entrevista LND, 19 Julio 2009).

Y es que estando los indios con extraordinario regocijo viendo en sus manos al gran capitán de los españoles, hicieron con él muchas fiestas por burla y escarnio, y por remate trajeron una olla de oro ardiendo y se la presentaron, diciéndole: pues tan amigo eres del oro, hártate agora dél, y para que lo tengas más guardado, abre la boca y bebe aqueste que viene fundido, y diciendo esto lo hicieron como dijeron, dándoselo a beber por fuerza, teniendo por fin de su muerte lo que tuvo por fin de su entrada en Chile.

Mariño de Lóbera, cerca 1550 (Crónicas del Reino de Chile)

Let me have my own way
Let others promulge the laws, I will make no account of the laws,
Let others praise eminent men and hold up peace, I hold up agitation and conflict,
I praise no eminent men, I rebuke to his face the one that was thought most worthy.

Walt Whitman, Leaves of Grass, 1855.

Aunque mucho he padecido,
no me engrilla la prudencia
Es una falsa experiencia
vivir temblándole a todo
Cada cual tiene su modo,
la rebelión es mi cencia

Atahualpa Yupanqui, Coplas del Payador Perseguido

Tarde parece que salgo a esta empresa: pero vivimos muy lejos los criollos.

El Lunarejo, Lima, 1662.

La erudicción es un modo aparatoso de no pensar.

Macedonio Fernández (según Borges)

An expedient was therefore offered, "that since words are only names for things, it would be more convenient for all men to carry about them such things as were necessary to express a particular business they are to discourse on." And this invention would certainly have taken place, to the great ease as well as health of the subject, if the women, in conjunction with the vulgar and illiterate, had not threatened to raise a rebellion unless they might be allowed the liberty to speak with their tongues...

Jonathan Swift, Gulliver's Travels, Ch. 21.

They are playing a game. They are playing at not
playing a game. If I show them I see they are, I
shall break the rules and they will punish me.
I must play their game, of not seeing I see the game.

R. D. Laing, Knots, 1969.

Mentira. Si lo hacías de engaños,
y nada más. Ya está. De otro modo,
también tú vas a ver
cuánto va a dolerme el haber sido así.

Mentira. Calla.
Ya está bien.
Como otras veces tú me haces esto mismo,
por eso yo también he sido así.

A mí, que había tanto atisbado si de veras
llorabas,
ya que otras veces sólo te quedaste
en tus dulces pucheros,
a mí, que ni soñé que los creyeses,
me ganaron tus lágrimas.
Ya está.

Mas ya lo sabes: todo fue mentira.
Y si sigues llorando, bueno, pues!
Otra vez ni he de verte cuando juegues.

César Vallejo, Trilce, 1922.

La sabiduría de Europa
y la prosperidad de Estados Unidos
son dos enemigos de la libertad de pensar
...en América...

Simón Rodríguez, Sociedades Americanas, 1828.

Leíamos a Cervantes y a los novelistas picarescos y más tarde a Pereda y a Galdós. Y conocimos así, muy bien, a los pescadores de Santander y a los burgueses madrileños, pero yo me preguntaba: ?y Chile? ?No existía Chile? ?No eran dignos de ser héroes novelescos los pescadores del Maule y de otras regiones?

Mariano Latorre, Autobiografía de una vocación

Mi memoria pertenecía a un ciclo distinto: uno en que se comían papas y plátanos, se fumaba tabaco y se molía maíz para las tortillas, se esquilaban llamas para los tejidos, y donde los hombres se embriagaban con chicha de maíz, no con los alcoholes púrpuras del "vinosos ponto" de Homero. Pertenecemos a una raza revuelta, matizada, cobriza, a veces gris o verdosa. !Aquí caímos, mano, qué le vamos a hacer! [...] En relación a esta tierra tengo que entenderme y construir la historia: desde aquí miro y éste será siempre, en última instancia, mi punto de vista.

José Donoso, Conjeturas sobre la memoria de mi tribu

Un argumento en favor de utopías que parezcan irrealizables, es que la organización social actual parece una utopía; de absurdo, de sufrimiento, de desigualdad, tan irracional e inverosímil; y sin embargo, hasta eso ha podido realizarse.

Carlos Vaz Ferreira

Los empleados europeos vienen pobrísimos a las Américas, y salen ricos y poderosos; nosotros vamos ricos a la Península y volvemos desplumados y sin un cuartillo. Cómo se hacen estos milagros todos lo saben.

Catecismo Político Cristiano, José Amor de la Patria, circa 1812

[...] el junco y la golondrina son más eternos que la mejilla dura de la estatua.

Federico García Lorca, 1934 (Presentación de P. Neruda)

Las ideas no son eternas como el mármol sino inmortales como un bosque o un río.

Jorge Luis Borges, O.C. p. 38.

El hombre ha inventado la lógica, y no conozco nada más ilógico que el hombre..., como no sea la naturaleza.

Enrique Varona (citado por P. H. Ureña)

Cuanto más calor pone [el amante ansioso de penetrar el misterio de la amada], más la transfigura y menos la ve como es.

Carlos Reyles, Soledad, Fiel Compañera

El poeta es el que hace el inventario vivo de la naturaleza, el poeta nombra las cosas y su nombrar es hacer vivir. Las cosas empiezan a existir. Yo no pretendo que no existieran antes, pero el poeta las hace existir para el hombre, les confiere ese calor humano que las acerca a nosotros, que les hace entrar en los corazones y las acostumbra a nuestro ser y nos acostumbra a ellas. Esas cosas que existían antes en condición de inventario muerto u obscuro se convierten en acontecimiento espiritual. Por eso el poeta es el que alumbra en el doble sentido de dar a luz y de dar luz. Alumbra los rincones opacos, descubre las relaciones recónditas y luego ofrece a los hombres sus descubrimientos. Es el gran electrificador del universo. [...]
También el hombre de ciencia hace el inventario de la naturaleza, también él explica e ilumina, también trata de poseer los fenómenos. Hace inventario del mundo reduciéndolo a relación numérica. A diferencia del poeta, en la ciencia no hay actitud dramática o por lo menos ella no es aparente.

Vicente Huidobro, Revista Tierra, 1937

La inteligencia no es sedentaria, es dinámica, vive del movimiento y en movimiento. La verdadera inteligencia ama el peligro. es un prejuicio muy común y corriente entre las gentes y entre los artistas creer que la inteligencia es algo así como una señora fría, llena de remilgos y de reservas. La verdadera inteligencia es justamente lo contrario, es terriblemente audaz, es aventurera, mucho más que el corazón. El hecho de tomar precauciones no significa ser menos aventurero, sino mejor aventurero.

Vicente Huidobro, Revista Tierra, 1937

En primer término, desde luego, nuestra aspiración es universalista. Nuestras obras deben tener validez sin fronteras. Deben situarse en lo nuestro. Ser su realidad y su esperanza. Advertiremos, inmediatamente que, para ser universales, nuestras obras deben estar profunda y plenamente enraizadas en nuestro mundo, en el Nuevo Mundo.

Luis Cardoza y Aragón, 1955 (Guatemala y las líneas se su mano)

Nuestro tiempo ama y busca lo difícil. Lo difícil; no lo raro.

Jose Carlos Mariátegui (1927-12-03 - Gomez Carrillo)

Sólo lo difícil es estimulante; sólo la resistencia que nos reta es capaz de enarcar, suscitar y mantener nuestra potencia de conocimiento, pero, en realidad, ?qué es lo difícil? ?lo sumergido, tan sólo, en las maternales aguas de lo oscuro? ?lo originario sin causalidad, antítesis o logos?

José Lezama Lima, (La Expresión Americana, 1957)

La civilización que ha soplado del Oriente, ha mostrado aquí todas sus fases, ha hecho ver todos sus elementos; mas en cuanto a resolver el gran problema del hombre en libertad, parece que el asunto ha sido desconocido y que el despejo de esa misteriosa incógnita no ha de verificarse sino en el Nuevo Mundo.

Simón Bolívar, (Juramento en el Monte Sacro, Roma, 15 de agosto de 1805)

Escribir es escoger, y hablar es dejar correr.

José de la Luz y Caballero, Aforismos, Ab. 7-45,

La América del Sur es un fenómeno no comprendido aún por los europeos. ?Hay que decir que tampoco ha sido comprendido por los sudamericanos? Si el sudamericano culto vive intelectualmente de lo europeo es evidente la paradoja de que sólo ha podido venirle esa comprensión precisamente de donde no era posible que le viniera. Sólo la independencia mental del hombre de Sud América --una especie de autodidacta continental-- puede descubrir el sentido del fenómeno americano.

Alberto Zum Felde, 1921 (En Zum Felde, Crítico Militante, ARCA, 1981)

Yo no sé si una predisposición parcial hacia los ensayos de las inteligencias juveniles extavía mi juicio.

Andrés Bello, Discurso inauguración de la Univ. Chile (1843)

Tú y yo lo conocíamos
no tenía el deseo de morir, ni la necesidad, ni el deber de morir,
era como nosotros o mejor que nosotros:
un hombre entre los hombres, alguien que día a día hizo lo suyo:
reflejar el mundo,
amar a la mujer, intimar con el hombre,
dar cuerda a su reloj,
transfigurar el mundo.

A la memoria de José Julián, Santiago de Chile, 30 de Agosto 2006
(Prestado de Enrique Lihn, Hoy murió Carlos Faz)

No eran así las gentes de la sierra.
Esa miseria no es de aquí.
Los árboles y el agua de la tierra
no hacen al hombre así.

Jorge González Bastías, El Poema de las Tierras Pobres

Uma flor nasceu na rua!
É feia. Mas é uma flor. Furou o asfalto, o tédio, o nojo e o ódio.

Carlos Drummond de Andrade, A Flor e a Nausea

Juega la ciudad su cambiante paradoja, la de ir mostrando por exceso de movilidad y ocupación, lentitud y espera fatigosa.

José Lezama Lima, 1949 (Tratados de la Habana)

Toda estadística, toda labor meramente descriptiva o informativa, presupone la espléndida y acaso insensata esperanza de que en el vasto porvenir, hombres como nosotros, pero más lúcidos, inferirán de los datos que les dejamos alguna conclusión provechosa o alguna generalización admirable.

J. L. Borges, A. Bioy Casares, Crónicas de Bustos Domecq

La filosofía no se enseña, se aprende.

Alejandro Korn

A truth ceases to be true when more than one person believes it.

The English are always degrading truths into facts. When a truth becomes a fact it loses all its intellectual value.

Oscar Wilde

Si no puedes contar la historia en una cuartilla, resumirla en una cuartilla, entonces da por seguro que a esa historia le sobra o le falta algo.

Gabriel García Márquez, Cómo se cuenta un cuento.

Hacer NEGOCIOS con la EDUCACION
es ...
diga el lector todo lo malo que pueda
todavía le quedará mucho que decir.

Simón Rodríguez, O.C. T. II, p. 148.

Llevar una planta exótica, completar un gabinete, hacer reconocer una bandera, describir las islas Pituosas, el paso de Venus, la exactitud de los péndulos, medir un grado del meridiano para conocer la figura de la tierra, no es tan importante como la felicidad de los moradores de ésta.

Manuel de Salas, 1796 (refiriendose al (nulo) impacto de las expediciones científicas europeas para los americanos. En: Representación al Ministro del Rey )

Mientras vosotros sudáis en vuestros talleres; mientras gastáis vuestro sudor y vuestras fuerzas sobre el arado; mientras veláis con el fusil al hombro, al agua, al sol y a todas las inclemencias del tiempo, esos señores condes, marqueses y cruzados duermen en limpias sábanas y en mullidos colchones que les proporciona vuestro trabajo: se divierten en juegos y galanteos, prodigando el dinero que os chupan con diferentes arbitrios que no ignoráis; y no tienen otros cuidados que solicitar con el fruto de vuestros sudores, mayores empleos y rentas más pingues, que han de salir de vuestras miserables existencias, sin volveros siquiera el menor agradecimiento, antes sí, desprecios, ultrajes, baldones y opresión. Despertad, pues, y reclamad vuestros derechos usurpados.

Fray Antonio de Orihuela, Proclama en el Congreso Nacional, Santiago, Chile, 1811.