Lo realmente importante es la filosofía que hay detrás del concepto del Software Libre.
La palabra "Free" en la frase "Free Software" no se refiere al precio, sino a la libertad. En castellano la diferencia es mucho más evidente, pero en inglés la confusión de términos no es un problema menor.
La palabra "libertad" suena molesta en muchos lugares, y por eso se han inventado movimientos alternativos como "Open Source" que hablan de las ventajas de abrir el código fuente, pero esquivan el problema que se produce al usar la palabra "libertad".
Por esto es que se desincentiva el uso del término "Open Source". Es mejor quitarle a la gente los miedos a la "libertad" que esconder el problema tras palabras que suenan más aceptables. Sólo manteniendo la idea de libertad podremos escapar de la misma trampa.
Una vez que un programa se pone bajo GNU GPL, la libertad es una parte inseparable de él. Por supuesto, esto es una molestia para la gente de negocios, porque les impide esconder el código, modificarlo y venderlo como programa comercial. Mientras haya gente que sueñe con millones instantáneos, esta libertad es lo que impedirá que empresas como Microsoft destruyan el futuro desarrollo del software libre.
El argumento más usado contra la filosofía GNU probablemente sea el que dice que el software es propiedad intelectual del programador, y es justo que él decida a qué precio se distribuye el programa. Es fácil para todos entender este argumento, porque se nos ha inculcado los últimos 25 años.
La realidad es un poco diferente. Los programadores que viven de software que escriben ellos mismos son la excepción. Usualmente, dan sus derechos a la empresa para la cual trabajan, y esta empresa gana dinero restringiendo acceso al programa; es decir, es la empresa la que tiene los derechos y decide el precio del programa... no el programador.
El concepto de "propiedad intelectual", al menos asociado al mundo del software, lleva en sí mismo la semilla de la destrucción. Mientras aceptemos este concepto, estamos aceptando el peligro de que alguna compañía tome el control. Microsoft {\bf no es} el diablo encarnado como algunos creen: Microsoft es la consecuencia natural del sistema.