Chapter 5. Argumentos contra la libertad

Hay básicamente dos argumentos contra la libertad en el software:

El primero es: "Yo escribo el software, es mío y sólo yo tengo derecho a cambiarlo". Ahora, es curioso que si uno considera que el software es una cosa personal le venda los derechos a la compañía para la cual trabaja. Este argumento en realidad no tiene mucho peso si vemos cual es la realidad del cariño que la gente le tiene a su obra de arte personal.

De hecho, parece haber mucha más identificación de una persona con un programa en el mundo del software libre que en el software comercial.

El segundo argumento es "¿Cómo se le va a pagar al programador?"

Cuando tenemos algo como un programa, un sandwich infinito o una calle que tiene que ser construido una vez pero que una vez construido el costo de usarlo es prácticamente cero, lo mejor es que no se le ponga precio a usarlo. Y hay montones de cosas en la realidad que se hacen así, y se le paga a la gente por hacerlas. Por ejemplo, las calles. Es fácil encontrar gente que programa gratis, y es imposible encontrar gente que haga calles gratis, porque hacer calles no es tan entretenido como programar. Pero está lleno de calles que no pagamos directamente por usar, pero damos la plata para hacerlas de alguna manera que es mucho mejor que si dijéramos: "que las compañías hagan calles y pongan peajes, y cada vez que doblas una esquina pagas un peaje. Entonces las compañías que pusieron calles en buenos lugares se hacen ricas y el resto quiebra".